González solo puede salir una hora al día al patio de la prisión, solo se comunica con su familia por carta, no tiene parte de la atención médica que ha solicitado y sufre a lo largo del día “humillantes” cacheos que le hacen las autoridades polacas desnudo. Además, solo puede recibir visitas de su abogado y del cónsul español.
El periodista Pablo González, en prisión provisional en Polonia desde el pasado 28 de febrero, ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) la vulneración de estos derechos en su estancia en la prisión polaca de Radón, cerca de Varsovia, según ha recogido El Salto.
González solo puede salir una hora al día al patio de la prisión, solo se comunica con su familia por carta, no tiene parte de la atención médica que ha solicitado y sufre a lo largo del día “humillantes” cacheos que le hacen las autoridades polacas desnudo. Además, solo puede recibir visitas de su abogado y del cónsul español.
El periodista no puede recibir visitas de familiares y amigos
En el escrito enviado a Estrasburgo el periodista denuncia que se incumplen varios artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH) en su detención. Entre otros, que no pueda recibir visitas de sus familiares y amigos, y que solo se puedan comunicar con ellos a través de cartas y postales.

Más de medio año en prisión preventiva
Además, asegura que la prórroga de la prisión preventiva estaría vulnerando el artículo cinco de la CEDH, ya que lleva más de medio año en estas circunstancias, tras prorrogarse su estadía hasta en dos ocasiones. Su entorno recuerda que Estrasburgo ya ha fallado en varias ocasiones que la «gravedad del delito, la posibilidad de huida o el hecho de que pueda obstaculizar el proceso legal, no son suficientes para mantener el arresto durante tanto tiempo».
Desde Reporteros Sin Fronteras (RSF) explican que mandaron a finales del mes de junio una carta al fiscal para que pusiera fin «a la prisión preventiva. «Las autoridades polacas no están siendo transparentes y vemos razones ilegítimas para mantener durante tanto tiempo en prisión preventiva a un periodista dentro de un país que pertenece a la Unión Europea y además sin poder ver a su familia», han indicado.
Pablo González acusado de espiar para Rusia
El periodista, que tiene también nacionalidad rusa, fue detenido por agentes de la Agencia de Seguridad Interna polaca (ABW) en la frontera con Ucrania, después de que los servicios secretos de Polonia asegurasen que González trabajaba para la inteligencia militar de Rusia (GRU), aunque no han trascendido pruebas que demuestren esta acusación.
En un primer momento, se estableció para el reportero español una prisión provisional de tres meses. A principios de junio, este periodo fue prolongado durante tres meses más y, en agosto, se volvió a prolongar.
Es posible que hasta mediados del año que viene no se celebre el juicio contra el periodista y a su familia le preocupa que no sea justo. «Dudamos de la independencia del fiscal que está llevando la investigación, Waldemar Winiarski, elegido directamente por el Ministerio de Defensa y Justicia», ha lamentado la madre de sus tres hijos.
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