«Queremos que las personas trabajen menos para que puedan vivir mejor. Hay suficiente riqueza en este momento para hacerlo», ha defendido Yolanda Díaz
En una sociedad donde parece que se valora más el trabajo duro y constante que la calidad de vida, se puede percibir una resistencia palpable a cualquier propuesta que pueda significar un cambio radical en nuestra concepción del trabajo. A pesar de esto, hay voces, como la de Yolanda Díaz, que defienden la posibilidad de vivir mejor y trabajar menos, provocando el malestar de aquellos apegados a la ideología liberal que perciben estas propuestas como una amenaza a sus valores de mercado y competencia.
UNA IDEA RADICAL (PARA ALGUNOS)
Recientemente, en una entrevista en El Objetivo de La Sexta, la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha hecho una propuesta que ha dejado atónitos a más de uno: la implementación de una jornada laboral de 37 horas semanales, con la mirada puesta en una futura reducción a 32 horas, sin recorte salarial. «Queremos que las personas trabajen menos para que puedan vivir mejor. Hay suficiente riqueza en este momento para hacerlo», ha defendido Díaz.
La idea principal que defiende Yolanda Díaz, de que es posible vivir mejor trabajando menos, ha sido recibida con resistencia, especialmente por los que se identifican con la ideología liberal. Pero, ¿por qué? ¿No es acaso deseable una sociedad donde los derechos laborales estén protegidos, donde las personas puedan equilibrar su vida laboral y personal, y donde puedan vivir mejor?
El debate es complicado, pero lo que es innegable es que estamos en un punto de inflexión. Las demandas de los trabajadores y trabajadoras, de las clases trabajadoras y las clases medias, están cambiando. En una sociedad donde la tecnología y la automatización están en constante avance, quizás debemos reconsiderar nuestra relación con el trabajo y nuestra definición de productividad.
No hay duda de que las propuestas de Díaz son radicales para algunos, pero quizás necesitamos un poco de radicalidad para cambiar las estructuras que nos mantienen atados a una vida de trabajo incesante. Porque, al final, ¿no deberíamos todos aspirar a vivir mejor, trabajando menos?
DESAFÍOS Y DISCREPANCIAS EN EL GOBIERNO
Las discrepancias en el Gobierno, particularmente en lo que respecta a la regulación de los alquileres, han sido un tema de discusión reciente. Yolanda Díaz ha admitido abiertamente estos desacuerdos y ha abogado por la prorrogación de la limitación del 2% en las subidas de alquiler. «Espero que se imponga el sentido correcto», ha exigido, lo que deja entrever que no todo en el Gobierno es un mar de rosas.
Mientras tanto, la vicepresidenta también ha tenido que lidiar con el rechazo de Nadia Calviño a la propuesta de Sumar de un bono hipotecario para contrarrestar el alza de las hipotecas variables. Según Díaz, Calviño se equivoca al afirmar que esta propuesta beneficiaría a los bancos, cuando en realidad es al revés.
LA CONTROVERSIA DE SUMAR Y LOS DESAFÍOS ADELANTE
Sin embargo, más allá de estos desafíos, Díaz ha defendido la labor de la coalición PSOE-Unidas Podemos y ha subrayado su «magnífica» relación con Pedro Sánchez. Aunque representan «proyectos políticos diferentes», Díaz insiste en que están destinados a caminar «de manera conjunta».
En cuanto a la controversia sobre el supuesto veto a Irene Montero en las listas de Sumar en las próximas elecciones, Díaz ha evitado el conflicto y ha declarado estar «orgullosa» del trabajo realizado en el Ministerio de Igualdad, tanto en términos de derechos feministas como de la comunidad LGTBI.
Respecto a Cataluña, Díaz ha insistido en que Sumar sólo apoya una consulta en Cataluña sobre el acuerdo que se alcance en la mesa de diálogo, y en cuanto al Sáhara Occidental, su posición sigue siendo la de siempre: el derecho de autodeterminación de los saharauis, siguiendo los términos de la ONU. Díaz ha demostrado que todos los candidatos en su lista, incluido el diplomático Agustín Santos, están alineados con esta postura.
DISCURSOS DAÑINOS Y LA LUCHA POR LA IGUALDAD
Por último, Díaz no ha dudado en censurar las declaraciones del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, en relación a la condena por violencia psíquica contra su exmujer. En opinión de Díaz, estas palabras «descalifican» a Feijóo como posible presidente y son una muestra de legitimación de la violencia y el maltrato hacia las mujeres.
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