El trabajador de seguridad le ha propinado varios golpes y una patada a una mujer mientras estaba reducida en el suelo.
La empresa privada encargada de la seguridad de la estación de Sants de Barcelona ha expulsado del servicio a un agente por agredir a una mujer.
El portavoz de Renfe, Antonio Carmona, ha anunciado la apertura de un expediente informativo para esta actuación. Según Carmona, «se tomarán las medidas necesarias».
Los hechos han pasado en torno a las 11 horas de este jueves en el vestíbulo de la estación. Una mujer se incomodada por la presencia de medios de comunicación, por lo que increpó un operador de cámara de televisión porque no quería que la grabara y supuestamente le golpeó.

A raíz de esto, se han acercado agentes del servicio de seguridad privada de la empresa Sureste para hablar con ella. Otro vigilante de seguridad la ha reducido en el suelo, y entre cuatro guardias más la esposaron. Tras reducir a la mujer, uno de los trabajadores, como puede verse en el vídeo, le ha propinado varios golpes y una patada mientras estaba tumbada en el suelo.
Desde Renfe, han avisado a la empresa de seguridad, que ha abierto un expediente informativo y han requerido la expulsión de este trabajador. «No toleraremos este tipo de actitudes», han manifestado las mismas fuentes, que han lamentado este incidente.
Related posts
SÍGUENOS
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Feijóo, de la centralidad al fango
Cuando el barro se convierte en programa político, el país entero queda atrapado en la cloaca.
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.