Parece que ser una persona cercana a Ayuso sale rentable. Al menos eso parece si tenemos en cuenta los ingresos en los últimos años de sus padres, su hermano o su pareja. Las acusaciones de fraude fiscal contra este último han lanzado una sombra sobre su administración que nos anima a recordar los casos contra sus allegados a través de este vídeo. A ver qué os parece.
- Alberto González Amador es acusado de evasión fiscal mediante facturas falsas y empresas pantalla, así como de falsificación de documentos.
- La madre de Ayuso estuvo involucrada en un contrato otorgado por el departamento de salud de Ayuso a una empresa donde su socio es el único administrador.
- El padre de Ayuso supuestamente donó una propiedad a ella en 2011 para evitar a los acreedores, poco antes de que su empresa no pudiera devolver un préstamo a una entidad semipública.
- El hermano de Ayuso, Tomás Díaz Ayuso, se benefició de contratos para la distribución de mascarillas durante la pandemia, obteniendo comisiones que sumaron 234,000 euros, lo que resalta las oportunidades de enriquecimiento para quienes están cerca del poder.
«Woke Up This Morning, I’m gonna take you down…»
Related posts
SÍGUENOS
El Perú contra Boluarte: la calle no perdona el autoritarismo disfrazado de estabilidad
La presidenta con el 96% de rechazo se aferra al poder mientras el país se desangra entre represión, corrupción y hartazgo social.
Moreno debe dimitir: el cáncer que se llama privatización
Hay momentos en los que la dimisión no es una opción política, sino una exigencia ética. El de Juan Manuel Moreno es uno de ellos.
El plan Trump-Netanyahu es una trampa disfrazada de paz
Un guion escrito para legitimar la ocupación y poner a Palestina contra la espada y la pared
Vídeo | Zapatos contra Netanyahu
No hizo falta gritarlo: un zapato contra Netanyahu en Seúl dijo más que mil pancartas. El mismo gesto que humilló a Bush en Bagdad vuelve como símbolo de resistencia frente a la guerra.
Vídeo | Flotilla: recta final
La Global Sumud Flotilla se acerca a Gaza: 40 barcos, 500 personas, 48 países. Si Israel la asalta, habrá huelgas, paros y calles llenas en todo el Estado. El genocidio no se frena con palabras, se frena con acción internacionalista.