La suspensión de un conductor de metro en Londres por liderar un canto en apoyo a Palestina es un reflejo de la creciente represión contra aquellos que se atreven a alzar la voz en solidaridad con el pueblo palestino. En un mundo donde la libertad de expresión es un derecho fundamental, es alarmante que se castigue a alguien por expresar su apoyo a una causa justa.
La participación de 300,000 mil manifestantes (100,000 manifestantes según la Policía) en una demostración pro-palestina en Londres demuestra que hay una creciente solidaridad con Palestina, y es esencial que se permita a las personas expresar su apoyo sin temor a represalias. La suspensión del conductor son una reacción desproporcionada y reflejan una preocupante tendencia hacia la censura y la represión.
Related posts
Mazón sigue sin dar la cara: seis incógnitas que desmontan su coartada en la tragedia de València
Seis meses después de la riada que dejó 228 muertes, el president no ha aclarado dónde estuvo durante las horas clave de la catástrofe.
Cuándo el cero absoluto no fue una metáfora
Cuando las redes caen, la vulnerabilidad sistémica del modelo energético queda al desnudo.
Trump vuelve a perder: victoria de los liberales sobre los conservadores en Canadá
La amenaza de convertir Canadá en el «51º Estado» desata una ola de dignidad
Vídeo | DE RESIGNIFICAR NADA 🧼 PSOEizando, que es gerundio. Marina Lobo y Esther López Barceló
La “resignificación” del Valle de los Caídos que vende Moncloa es un eufemismo para disfrazar la continuidad del relato franquista.