La situación sobre el vertido de microplásticos en las costas gallegas y la respuesta del gobierno autonómico es alarmante. En primer lugar, el hecho de que se necesiten semanas para actuar frente a un desastre ambiental de esta magnitud es inaceptable.
La ironía con la que Antón aborda la respuesta de la Xunta de Galicia, enviando a «cuatro jichos con guantes de fregar» para una operación de limpieza mientras las cámaras están presentes, refleja una negligencia incomprensible y una falta de seriedad ante un problema ambiental grave. La salud de nuestros océanos y costas no es un asunto para tomar a la ligera; se requiere una acción inmediata, sistemática y sostenida.
Además, la comparación con el desastre del Prestige es inevitable y preocupante. Aquella tragedia dejó una cicatriz profunda en la memoria colectiva y en el ecosistema marino, y parece que no hemos aprendido la lección. La aparición de «miles de diminutas bolas de plástico blancas» en nuestras playas no es solo un problema estético; es un grave peligro para la fauna marina, la calidad del agua y, en última instancia, para nuestra propia salud.
Related posts
SÍGUENOS
Las horas más bajas de Ursula
Dos bloques opuestos han coincidido en algo: pedir la cabeza de Ursula von der Leyen. Y no es una pataleta: tienen 72 firmas, el mínimo legal para forzar el debate.
Vox y la violencia que nunca quiere ver
El alcalde de Villacastín, detenido por agredir a su mujer en plena romería Otra vez Vox. Otra vez la violencia que su discurso niega mientras se enquista en sus filas. Julio César Sánchez, alcalde del partido ultra en Villacastín (Segovia), fue detenido por la Guardia…
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Vídeo | Marina Lobo: Madrid paró La Vuelta y tumbó el blanqueo de Israel
Marina Lobo lo dijo sin rodeos: lo que pasó ayer en Madrid fue histórico. Mientras el mundo miraba para otro lado, la última etapa de La Vuelta a España se detuvo en seco por las protestas masivas contra el genocidio en Gaza. Una marea ciudadana…
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.