27 Nov 2024
DESTACADA

Una jueza española justifica el golpe de Estado de 1936: “Tuvo su razón de ser” 

Una jueza a publicado en sus redes sociales una justificación para el golpe de estado de 1936.

A través de Twitter una jueza ha justificado el golpe de Estado de 1936, ya que, considera, “tuvo su razón de ser”.

“Hubo un golpe de Estado en 1936 y la República estaba siendo un fracaso, con muertos incluidos. ¿Tiene su razón de ser el golpe de Estado? Sí. ¿Justifica una dictadura de casi 40 años? No. No creo que a nadie le vaya la vida en ello por decirlo”, ha expresado.

A pesar de que, para ella, este golpe de estado no justificara 40 años de dictadura, la defensa del golpe de Estado no ha pasado desapercibida en redes sociales.

R 46

El tuit de la jueza fue publicado el pasado 20 de julio. Sin embargo, los mensajes de rechazo hacía la publicación han vuelto a estallar este pasado sábado debido a tuits como el publicado por Rubén Sánchez, portavoz de FACUA: “Una jueza diciendo que el golpe de Estado de 1936 tuvo “su razón de ser””, expresaba.

El tuit principal de la jueza ya acumula más de 1.000 respuestas, en su mayoría de rechazo:

https://twitter.com/akasuus/status/1436748131874521088

Recientemente publicaba Antonio Maestre un artículo en el que advertía que “en España tenemos a unos jueces cada vez más posicionados en una ideología reaccionaria que se aproxima a los postulados de los de VOX. Los posfascistas de Abascal lo saben y por eso sus únicos éxitos políticos se deben a la judicialización de los procesos”.

“Existía un concepto para expresar la conducta de los jueces en favor de los intereses del partido nazi: Selbtgleichschaltung o ponerse en línea. Esta actitud se resume en una anécdota entre el titular del Tribunal Superior de Justicia de Leipzig y Adolf Hitler. Bumcke era un juez que no había sido especialmente afín a los postulados del NSDAP, pero tras una recepción con Adolf Hitler este le apretó la mano y le dijo: Bumcke, tienes que ayudarme. A partir de ahí su proceder en la judicatura fue la de un fiel militante nazi, retorciendo las resoluciones para adaptarlas legalmente a los intereses del partido. Mismos procesos, tiempos distintos”, concluía.