La asociación Riders por derechos crítica al cofundador de Glovo: “Este es el modelo de precariedad que nos espera si no actuamos ya”
En el sector de reparto de comida a domicilio, el colectivo estatal Riders X Derechos lucha contra la precariedad y explotación que generan plataformas digitales como Glovo o Deliveroo. Felipe Diez Prat, sociólogo, exrepartidor y miembro de Riders X Derechos y UGT, contaba hace solo unos meses en esta entrevista cuál es la situación actual de los repartidores y explicaba de qué forma les ha afectado la pandemia y cuáles son las principales reivindicaciones y líneas de actuación de la plataforma sindical.
Diez Prat explicaba que hay mucha diferencia entre lo que espera del trabajo y la realidad, ya que la mayoría no sabe qué significa ser autónomo, ni qué riesgos ni qué condiciones impone esa figura en este país. Según señala, las empresas solo te dicen que ser autónomo te va a permitir trabajar con flexibilidad y ser tu propio jefe e incluso incluso te recomiendan una agencia para hacerte autónomo. Estar dispuesto a pagar por trabajar, eso es ser autónomo en la mayoría de nuestros casos.
A su juicio, el objetivo en el caso de las empresas que operan mediante plataformas digitales no es generar estabilidad sino revolucionar un sector del mercado, cambiar la manera en la que hacemos ciertas cosas: ver películas, pedir comida a domicilio, pedir taxis, que se hagan préstamos…
«Los repartidores son autónomos, “socios colaboradores”, les dicen. Han generado todo un lenguaje para esconder la relación laboral: ya no hay trabajadores, hay colaboradores; ya no hay salarios, hay ingresos competitivos… La protección jurídica es la misma que tienen los autónomos, son su propia empresa», ha explicado.
Entrevista al cofundador de Glovo

Riders x Derechos ha rescatado un vídeo de una entrevista de 2018 realizada al cofundador de Glovo, Sacha Michaud, por Itnig, un grupo de inversión especializado en crear ‘start-ups’, que ha publicado a través de su cuenta de Twitter.
«En nuestro sector muchos siguen el mismo modelo porque tiene todo el sentido, en el sentido de la flexibilidad que está buscando este perfil de persona, que se puede conectar cuando quiera y hacer los pedidos que quiera y sacar los pedidos que quiera y además pagar por pedido», señala.
«Yo creo que también es una tendencia, fuera de Glovo y fuera de esto es una tendencia en la sociedad de que queremos más flexibilidad, que no queremos jefes», continua Sacha Michaud.
Y zanja: «Sería maravilloso que un Glover podía estar en Milán y decir quiero vivir en Barcelona 3 meses y venir a Barcelona y trabajar de Glover y luego: ‘Ah! pues voy a Lisboa’ e ir y poder vivir en diferentes ciudades, vivir la experiencia y sin hacer un gran esfuerzo porque ya sabe cómo funciona».
Atentos a la cara de cemento que tiene el cofundador de @Glovo_ES.
— Riders x Derechos (@ridersxderechos) January 25, 2021
Pone realmente los pelos de punta escuchar todas las barbaridades que llega a decir.
Este es el modelo de precariedad que nos espera si no actuamos ya. pic.twitter.com/XppTROZPYr
Riders X Derechos difundía el pasado día 22 de enero a través de Twitter un vídeo en el que se mostraba un día de trabajo como rider y señalaba que «en 12h trabajando en Glovo ha sacado 66,97€ lo que da una media de 5,58€/h brutos. De ahí hay que descontar IRPF, cuota de autónomos, gasolina, reparación vehículo, gestoría, seguro, etc»
Related posts
SÍGUENOS
Cuando la música se arrodilla ante la ultraderecha
Los escenarios se han convertido en púlpitos de odio y propaganda conservadora
El miedo en el cuerpo y la transparencia en el cajón
El Partido Popular bloquea cualquier comisión de investigación sobre los incendios que arrasaron 400.000 hectáreas y busca desplazar la responsabilidad hacia el Gobierno central.
La Vuelta ciclista blinda a Israel: boicot convertido en “acto de violencia”
Cuando ondear una bandera se convierte en delito mientras se normaliza un genocidio.
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.