Tras la debacle sufrida por la economía británica ahora se prevé una reforma fiscal totalmente contraria.
En los últimos meses y tras los cambios fiscales, que favorecían a los más ricos, el Reino Unido comenzaba a entrar en barrena suponiendo y conllevando la dimisión de su fugaz primera ministra Liz Truss.
La exmandataria abandonaba el cargo que había heredado de Boris Johnson prácticamente un mes antes, pero los resultados fueron un absoluto desastre para la economía británica.

Ahora desde las altas esferas se busca promover fuertes recortes e impuestos para disminuir la deuda pública con el PIB británico.
Según las informaciones el ahora presidente, Rishi Sunak, anunciará el próximo día 17 una subida de los impuestos a los más ricos del país, según revelan medios británicos.
De este modo y totalmente opuesto a lo que trató de llevarse a cabo el gobierno quiere subir la carga impositiva a los más tenedores.
Esto es necesario para tapar el agujero que existen en las finanzas públicas del Reino Unido estimado en 60.000 millones de euros.
“La subida de impuestos se concretaría en un aumento en cinco puntos del porcentaje que tienen que pagar los que más tienen de Reino Unido. Pasarían así de pagar el 45% a tener que desembolsar un 50%”, apuntan desde la Cadena Ser.
También se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de acrecentar los impuestos sobre los beneficios “extra” de las compañías eléctricas.
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