Las oficinas antiocupación en Castilla y León, impulsadas por PP y Vox, enfrentan críticas por su bajo uso y eficacia cuestionable.
En Castilla y León, las oficinas antiocupación, una iniciativa conjunta del Partido Popular (PP) y Vox, están generando debate debido a su limitada utilización. El consejero de Medio Ambiente y Vivienda ha reconocido que, pese a que la ocupación ilegal no es un problema mayor en la región, estas oficinas han recibido una media de solo una consulta al día desde su implementación en junio.
La propuesta, que forma parte de las promesas electorales del PP y Vox, se centraba en proporcionar asesoramiento a los afectados por la ocupación de viviendas. Sin embargo, los datos presentados indican un uso mínimo de estas instalaciones. Valladolid lidera el número de consultas, seguido de Soria, Zamora, León y Burgos, mientras que otras provincias han registrado menos de diez consultas.
Las oficinas están destinadas principalmente a propietarios preocupados por posibles ocupaciones, ofreciendo orientación preventiva. A pesar de esto, rara vez ha sido necesario involucrar a las fuerzas de seguridad. También se han recogido quejas sobre la falta de herramientas para los propietarios y comunidades frente a las ocupaciones ilegales.
El consejero Juan Carlos Suárez Quiñones ha argumentado que, aunque el problema no es significativo en la región, existe un temor generalizado hacia la ocupación ilegal. Suárez Quiñones ha criticado las reformas legislativas del Gobierno central, argumentando que complican la recuperación de viviendas ocupadas ilegalmente.
Por otro lado, el PSOE ha sido crítico con estas oficinas, calificándolas de «puro marketing» y demandando una revisión de estas políticas. Los socialistas abogan por una política de vivienda más ambiciosa y efectiva, enfocada en proporcionar acceso a viviendas asequibles.
Además de la iniciativa regional, el Ayuntamiento de Valladolid, bajo la dirección del PP, también ha establecido una oficina similar, con el objetivo de convertir a Valladolid en una ciudad más segura. Aunque estos esfuerzos se han tomado en cuenta, los incidentes de ocupación en Valladolid han sido descritos como «poco frecuentes» por el concejal de Urbanismo y Vivienda.
En conclusión, mientras estas oficinas antiocupación fueron creadas para abordar preocupaciones sobre la ocupación ilegal de viviendas, su baja tasa de consultas y la crítica de ser más una estrategia de marketing que una solución efectiva plantean interrogantes sobre su eficacia y relevancia en la región de Castilla y León.
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