12 Mar 2025

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La caída de Montenegro y el declive de Chega: una oportunidad para la izquierda portuguesa
DESTACADA, INTERNACIONAL

La caída de Montenegro y el declive de Chega: una oportunidad para la izquierda portuguesa 

La corrupción y el desgaste de la derecha abren una ventana política para la izquierda

Con algo de suspense por las negociaciones de última hora, pero sin sorpresas, el primer ministro de Portugal, el conservador Luís Montenegro, ha fracasado en la moción de confianza que se ha votado este martes en el Parlamento. La negativa de los socialistas y la ultraderecha a respaldarlo ha dejado al Gobierno sin margen de maniobra, allanando el camino para unas elecciones anticipadas que podrían celebrarse el 11 o el 18 de mayo. Serían las terceras elecciones en tres años en Portugal, reflejo de la inestabilidad política que atraviesa el país.

EL ESCÁNDALO QUE HA DERRIBADO AL GOBIERNO CONSERVADOR

El escándalo que ha precipitado la caída de Montenegro está relacionado con Spinumviva, una empresa propiedad de la mujer e hijos del primer ministro, que ha recibido pagos de Solverde, un grupo que gestiona hoteles y casinos donde Montenegro trabajó en el pasado. Aunque Montenegro ha negado haber obtenido beneficios personales desde que asumió el cargo, las explicaciones no han convencido ni al Partido Socialista (PS) ni a la ultraderecha de Chega. La izquierda del Bloco y el Partido Comunista Portugués (PCP) también votaron en contra de la moción de confianza, dejando al gobierno conservador sin opciones de sobrevivir.

El rechazo no fue inesperado. La coalición gobernante de Montenegro contaba con 80 de los 230 escaños en el Parlamento, mientras que el PS suma 78 y Chega, 49. El gobierno trató de ofrecer una alternativa a última hora: aceptar una comisión de investigación sobre el caso Spinumviva, pero solo durante 15 días, en lugar de los tres meses que reclamaban los socialistas. El PS rechazó el intento de Montenegro de limitar el alcance de la investigación, y el resultado fue claro: el gobierno estaba acabado.

Pedro Nuno Santos, líder del PS, fue directo: «El voto de confianza es una petición de dimisión cobarde». Santos ha dejado claro que Montenegro no tiene la legitimidad ni el respaldo para continuar al frente del país. La caída de Montenegro deja al gobierno en funciones y abre la puerta a unas elecciones que podrían redibujar el mapa político portugués.

EL DESGASTE DE CHEGA LIMITA SU CAPACIDAD PARA CAPITALIZAR LA CRISIS

Si el gobierno conservador está tocado, la ultraderecha de Chega no está en mejor situación. El partido de André Ventura, que había alcanzado el 18,1% de los votos en las últimas elecciones legislativas, ha caído al 13,5% en las encuestas tras una serie de escándalos que han dañado su credibilidad.

El caso más grave es el de Nuno Pardal Ribeiro, dirigente de Chega en Lisboa, acusado de prostitución de menores. Pardal, que había hecho campaña a favor de la castración química para pederastas, fue detenido tras pagar a un menor de 15 años por servicios sexuales. La contradicción entre el discurso moralista de Chega y las acciones de sus dirigentes ha pasado factura al partido.

Otro escándalo notable involucró a Miguel Arruda, diputado de Chega, detenido por robar maletas en los aeropuertos de Lisboa y Ponta Delgada. Aunque Arruda fue expulsado del partido, mantuvo su escaño como independiente, dejando en evidencia la falta de control interno de Chega.

El propio Ventura también ha sido criticado por sus comentarios tras la muerte de Odair Moniz, un hombre negro abatido por la policía. Ventura defendió la actuación policial y criticó a quienes calificaron el hecho como un acto de violencia racial. Estas declaraciones han erosionado aún más el respaldo al partido, especialmente entre los sectores moderados que lo habían respaldado como una alternativa al PS y al PSD.

La caída de Chega limita su capacidad para capitalizar la crisis del gobierno conservador. Ventura había confiado en que la debilidad de Montenegro le permitiría ampliar su base electoral, pero los escándalos internos han debilitado su posición y refuerzan la posibilidad de que el PS y la izquierda puedan ofrecer una alternativa creíble y estable.

UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA PARA LA IZQUIERDA

El desgaste del gobierno conservador y la crisis interna de Chega crean un escenario propicio para la izquierda. El PS ya ha comenzado a movilizarse para construir una alternativa sólida que atraiga tanto al electorado progresista como al votante desencantado con la gestión de Montenegro. Es también una gran oportunidad histórica para que el Bloco de Esquerda, el Partido Comunista y Livre crezcan y marquen agenda.

Las elecciones anticipadas suponen una oportunidad para que la izquierda consolide una mayoría capaz de gobernar sin depender de pactos débiles. La caída de Chega en las encuestas también refuerza esta posibilidad, ya que Ventura difícilmente podrá articular una coalición sólida con la derecha en las actuales circunstancias.

El resultado de las próximas elecciones definirá el rumbo político de Portugal en los próximos años. La caída de Montenegro y el desgaste de Chega dejan a la izquierda ante una oportunidad única para recuperar el poder y estabilizar el país. Si el PS y la izquierda logran articular un discurso convincente, las urnas podrían darles una mayoría clara para gobernar. Es la hora de la izquierda en Portugal.

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