Las mujeres deben conseguir permiso de sus tutores masculinos, para casarse,, estudiar libremente, acceder a muchos empleos gubernamentales, viajar al extranjero y recibir atención de la salud reproductiva.
El sistema discriminatorio de tutela masculina que se aplica en Qatar niega a las mujeres el derecho a tomar decisiones clave sobre sus vidas. Así lo recoge el informe de 94 páginas “‘Everything I Have to Do is Tied to a Man’: Women and Qatar’s Male Guardianship Rules” (“Todo lo que tengo que hacer está ligado a un hombre: Las mujeres y las normas de tutela masculina en Qatar), de Human Rights Watch.
El texto denuncia que las mujeres en Qatar deben conseguir el permiso de sus tutores masculinos para casarse, estudiar en el extranjero con becas del Gobierno, acceder a muchos empleos gubernamentales, viajar al extranjero hasta cierta edad y recibir algunas formas de atención de la salud reproductiva.
El sistema discriminatorio que recoge el informe también niega a las mujeres la posibilidad de desempeñarse como tutoras principales de sus hijos e hijas, aunque estén divorciadas y tengan la custodia legal. Las restricciones violan lo establecido en la constitución de Qatar y el derecho internacional.
Sin una vida plena
Las conclusiones de Human Rights Watch se basan en un examen de 27 leyes, así como de regulaciones, políticas, formularios, comunicaciones por escrito con el Gobierno y 73 entrevistas, entre ellas, 50 entrevistas a fondo con mujeres afectadas por este sistema.
Según las leyes qataríes, las mujeres deben obtener el permiso de sus esposos para casarse, independientemente de la edad o de su estado civil anterior. Una vez casada, se puede considerar que la mujer es “desobediente” si no obtiene el permiso de su esposo antes de trabajar o viajar, o si abandona el hogar o se niega a mantener relaciones sexuales con él sin una razón “legítima”. Los hombres pueden estar casados hasta con cuatro mujeres al mismo tiempo sin necesidad del permiso de un tutor o ni siquiera el de su esposa o sus esposas actuales.
No son tutoras de sus hijos
Las mujeres no pueden ser tutoras principales de sus propios hijos o hijas en ningún momento. No tienen autoridad para tomar decisiones independientes respecto de los documentos, finanzas, viajes de sus hijos y a veces ni siquiera respecto de su escolaridad y tratamiento médico, incluso si están divorciadas y un tribunal ha ordenado que sus hijos vivan con ellas (“custodia”) o si el padre de los hijos ha fallecido. Si el hijo o hija no tiene un familiar varón que pueda desempeñarse como tutor, el Gobierno asume esta función.
Atrapadas en relaciones
Debido a la discriminación en las leyes relativas al divorcio y a las decisiones respecto de hijos e hijas, algunas mujeres han quedado atrapadas en relaciones abusivas, y a menudo esperan años para obtener un divorcio. Si se van, es posible que no puedan volver a casarse por temor a perder la custodia de sus hijos y continúan dependiendo de sus exesposos, que siguen actuando como tutores legales de los hijos.
Límite a sus estudios
Algunas mujeres entrevistadas señalaron que sus tutores varones les habían prohibido estudiar en el extranjero o asistir a universidades mixtas en Qatar, lo cual limitaba lo que podían estudiar y sus futuras carreras profesionales. Las mujeres indirectamente necesitan el permiso de su tutor varón para conseguir becas del Gobierno y poder acceder a educación superior. Las mujeres relataron que enfrentan restricciones en la Universidad de Qatar, de gestión estatal, que está segregada por sexo; por ejemplo, deben conseguir el permiso del tutor para ingresar o salir del campus en taxi, vivir en viviendas estudiantiles y realizar excursiones como parte de sus estudios.
El Gobierno, en su respuesta por escrito a Human Rights Watch, manifestó que las mujeres pueden actuar de tutoras para obtener pasaportes o cédulas de identidad para sus hijos, que no necesitan permiso del tutor para aceptar una beca o para trabajar en ministerios, instituciones estatales o escuelas ni la aprobación del tutor para realizar excursiones educativas que sean parte de programas académicos en la Universidad de Qatar. Sin embargo, la investigación de Human Rights Watch, que incluyó entrevistas y un examen de documentos, como solicitudes de permisos del tutor formuladas por escuelas y lugares de trabajo, entró en conflicto con las afirmaciones del Gobierno.
No pueden viajar al extranjero
Human Rights Watch concluyó que las mujeres qataríes no casadas menores de 25 deben obtener permiso del tutor para viajar al extranjero, y que, a cualquier edad, sus esposos o padres también pueden prohibirles viajar. Con respecto a los viajes y otros temas, la falta de transparencia sobre las normas y cuándo cambian hace que para las mujeres sea difícil objetarlas.
En 2020, unas mujeres que viajaban sin un familiar varón fueron detenidas por funcionarios aeroportuarios, que insistieron en llamar a su tutor varón para probar que no estaban “escapando”. Las autoridades han interceptado a mujeres qataríes de menos de 25 años, que portaban permisos de salida válidos y a mujeres de más de 25 años, que no están obligadas a obtener tal permiso.
Permiso para disponer de salud sexual
Las mujeres también manifestaron que tuvieron que presentar algún tipo de constancia de matrimonio para poder acceder a atención de la salud sexual y reproductiva, como atención prenatal, ultrasonidos transvaginales, pruebas de pap y controles de salud sexual. También necesitaban el consentimiento del esposo para recibir algunas formas de atención de la salud reproductiva relacionadas con los embarazos, como la esterilización y el aborto.
No pueden alquilar una habitación de hotel
Algunos hoteles prohíben a mujeres qataríes solteras de menos de 30 años alquilar una habitación si no están acompañadas de un familiar varón, y las mujeres qataríes tienen prohibido asistir a determinados eventos e ingresar en lugares donde sirvan alcohol.
Sin organizaciones que defiendan los derechos de las mujeres
Las mujeres en Qatar se están manifestando mucho más abiertamente sobre sus derechos, sobre todo online. Sin embargo, las leyes que limitan la libertad de expresión y de asociación, las intimidaciones por parte del Gobierno y el acoso en línea siguen siendo obstáculos graves, determinó Human Rights Watch. No existen organizaciones independientes de derechos de la mujer.
¿Fin de la tutela a los 18 años?
Las normas de tutela masculina son contrarias a algunas de las propias leyes qataríes que establecen el fin de la tutela a los 18 años. Asimismo, resultan violatorias de la Constitución de Qatar y las obligaciones que ha asumido ese país en virtud de las normas internacionales de derechos humanos. Esto también obstaculiza la posibilidad de Qatar de concretar su Visión Nacional 2030, que establece los objetivos del país a largo plazo, entre los que se incluye contar con una fuerza laboral diversificada que incluya oportunidades para las mujeres qataríes.
Fuente: Human Rights Watch
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