Moderna afirma que puede fabricar entre 500 y 1.000 millones de dosis de la vacuna en 2021, pero sólo ha firmado acuerdos con países ricos que pueden significar la mayor parte de la producción.
En Spanish Revolution, a diferencia de otros medios, mantenemos todos nuestros artículos en abierto y siempre va a ser así porque consideramos que lo que hacemos, informar de forma independiente, es un servicio público. Si puedes permitirte ayudarnos con 2, 5 o 10 euros al mes, contribuirás a que podamos seguir adelante. Rebélate. ¡Suscríbete!
Hasta la fecha, Moderna es la única empresa que se ha comprometido a no ejercer sus derechos de propiedad intelectual y permitir que otros fabriquen la vacuna.
Moderna afirma que puede fabricar entre 500 y 1.000 millones de dosis de la vacuna en 2021 (se necesitan dos por persona), pero sólo ha firmado acuerdos con países ricos que pueden significar la mayor parte de la producción. Estados Unidos ya ha pagado 100 millones de dosis, con opción a otros 500 millones. Canadá ha encargado 56 millones; Japón, 50 millones; y la Comisión Europea ha concluido sus conversaciones avanzadas con Moderna para adquirir hasta 160 millones de dosis. Dado que estas negociaciones suelen hacerse a puerta cerrada, es posible que haya más acuerdos en curso.
Este anuncio sucede a una declaración de relatores especiales de la ONU emitida el 9 de noviembre, donde se resaltaba que las empresas “deben abstenerse de perjudicar o contribuir a perjudicar el derecho a la vida y a la salud ejerciendo sus derechos de propiedad intelectual y anteponiendo sus beneficios económicos”.
En virtud del derecho internacional, las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos y, entre otras cosas, no deben obstaculizar las iniciativas de los Estados para hacer efectivos el derecho a la salud y el acceso a medicamentos.

Moderna debe cumplir su promesa
Ante el anuncio de que la empresa biotecnológica de Estados Unidos afirma que su nueva vacuna tiene el 94,5% de eficacia frente a la COVID-19, Stephen Cockburn, director del Programa de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Moderna, que ya ha vendido la mayor parte de su producción de vacunas en 2021 a países ricos, debe cumplir su promesa de permitir a otros fabricar su vacuna y proporcionarles los conocimientos y la tecnología necesarios para ello, una vez demostrada su eficacia y seguridad.
“Empresas como Moderna y Pfizer-BioNTech tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, y deben tener un papel protagonista en la búsqueda de una solución global a la COVID-19 compartiendo la vacuna y garantizando precios asequibles. No deben tomar decisiones que permitan a los gobiernos acaparar la vacuna para unos cuantos privilegiados.
Sólo conseguiremos erradicar la COVID-19 si las empresas garantizan que no se deja atrás a las personas más necesitadas de vacunas que salvan vidas.Es hora de que las empresas asuman sus responsabilidades en materia de derechos humanos y garanticen el acceso más amplio posible a sus innovaciones.”
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
O actuamos ahora o no habrá otro día. Israel ordena evacuar antes de la ocupación total
El Ejército israelí prepara la toma total de la Franja. Lo hace entre escombros, cadáveres, hambre y silencio internacional. La vida palestina vuelve a ser sacrificada por la supervivencia política de un hombre.
Trump convierte la Agencia de Protección Ambiental en un brazo armado de las petroleras
«La libertad para contaminar»: así define hoy EE.UU. su política ecológica
UnitedHealth, la multinacional que paga por no cuidar: cuando el negocio es dejarte morir
Estados Unidos ha convertido la salud en una operación financiera. Y UnitedHealth es su trader estrella.
Vídeo | El reloj corre y seguimos ordeñando el mundo
⏳ El planeta no tiene repuestos, pero seguimos actuando como si los tuviera. Dicen que son ciclos naturales,que la Tierra siempre fue así,que la culpa es de las nubes, de los chemtrails, de Soros…de cualquiera menos nuestra.El reloj corre y seguimos ordeñando el mundo como…
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…