Hasta la fecha, 120 organizaciones han mostrado su apoyo y el manifiesto de adhesiones individuales ya ha superado las cuatro mil firmas.
La marcha republicana del 16 de junio, apoyada por Izquierda Unida, Podemos y más de cien organizaciones, se perfila como una de las movilizaciones más importantes de la última década en defensa de la república y en contra de la monarquía española. Este evento, promovido por diversos ateneos republicanos, busca contrarrestar los fastos del décimo aniversario de la coronación de Felipe de Borbón.
UNA CONVERGENCIA DE FUERZAS POLÍTICAS Y SOCIALES
Aunque Izquierda Unida y Podemos se presentarán en proyectos separados en las elecciones de una semana antes, sus miembros se unirán en esta marcha, reflejando una unidad en torno a la causa republicana. Además de estas formaciones políticas, la marcha cuenta con el apoyo de otras organizaciones como Izquierda Socialista del PSOE, el Partido Comunista de España, Barcelona en Comú y Verdes Equo. Sin embargo, la organización del evento no ha sido impulsada por estos partidos, sino por ateneos como el Republicano de Vallecas, Rivas Vaciamadrid y el Ateneo Popular de Carabanchel.
El respaldo a esta movilización no se limita a los partidos políticos. Hasta la fecha, 120 organizaciones han mostrado su apoyo y el manifiesto de adhesiones individuales ya ha superado las cuatro mil firmas. Entre los firmantes se encuentran periodistas destacados como Martxelo Otamendi, Olga Rodríguez, Cristina Fallarás y Javier Gallego ‘Crudo’. Además, la marcha ha recibido el respaldo de diversos movimientos sociales, incluyendo defensores de las pensiones, ecologistas, feministas, pacifistas, activistas por el derecho a la vivienda y la memoria histórica. Entre las organizaciones más destacadas están el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y la coordinadora estatal de pensionistas COESPE.
UNA MARCHA CON UN PROPÓSITO CLARO
El 16 de junio, Madrid será el escenario de esta marcha que partirá desde tres puntos diferentes a las 12 del mediodía: Colón para el norte, Puerta de Alcalá para el este y Neptuno para el sur y el oeste. El manifiesto titulado “Felipe VI… Diez años bastan!” ha sido el motor inicial de esta movilización, proclamando la defensa de una democracia genuina y el rechazo a cualquier forma de discriminación.
El objetivo principal de la marcha es oponerse a la celebración del décimo aniversario del reinado de Felipe de Borbón. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado su apoyo incondicional a estos actos monárquicos, similar a lo que ocurrió con la jura de la Constitución por parte de la Princesa Leonor. Este respaldo institucional a la monarquía ha sido visto por los organizadores de la marcha como una provocación y un intento de legitimar una institución que consideran anacrónica y antidemocrática.
UNA MOVILIZACIÓN HISTÓRICA
La marcha del 16 de junio se presenta como una oportunidad histórica para los movimientos republicanos de España. En un contexto donde la monarquía ha sido objeto de críticas y escándalos, esta movilización busca reafirmar los valores republicanos y llamar la atención sobre la necesidad de un cambio en el modelo de Estado.
Rebeca Quintans, una de las voces críticas con la monarquía, ha señalado que “los borbones aceptarán lo que sea para sobrevivir, pero no creo que les vaya a funcionar”. Estas palabras reflejan el sentir de muchos de los participantes en la marcha, quienes ven en la monarquía una institución que ya no representa los valores y aspiraciones del pueblo español.
La movilización del 16 de junio no solo busca oponerse a la celebración del décimo aniversario del reinado de Felipe VI, sino también promover un debate sobre la viabilidad y pertinencia de la monarquía en la España actual. Los organizadores esperan que esta marcha sea el inicio de un movimiento más amplio y sostenido que eventualmente lleve a un referéndum sobre la forma de gobierno en España.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
La marcha republicana del 16 de junio es un llamado a la acción para todas aquellas personas y organizaciones que creen en la capacidad del pueblo español para autogobernarse sin la necesidad de una monarquía. Es una manifestación de descontento y una demanda de cambio, uniendo a diversas fuerzas políticas y sociales en torno a un objetivo común.
El respaldo masivo que ha recibido la marcha, tanto a nivel individual como organizacional, subraya la relevancia de esta movilización en el contexto político actual. Es un recordatorio de que, a pesar de las divisiones políticas, hay causas que pueden unir a diferentes sectores de la sociedad en una lucha común por la democracia y la justicia.
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