Dos personas se han suicidado esta semana ante la decisión judicial de ser desahuciados de sus hogares.
El pasado lunes un hombre de 58 años, que estaba a punto de ser desahuciado del barrio barcelonés de Sants, se quitaba la vida después de que la comitiva judicial llamase a la puerta de su hogar con la voluntad de ejecutar la orden.
Las informaciones transmitidas por los sindicatos de vivienda explican que el hombre vivía de alquiler y llevaba meses sin pagar la renta, por lo que el propietario había presentado una demanda.
Los servicios sociales realizaron un informe al respecto y se exigió una alternativa habitacional debido a su situación de vulnerabilidad, con el que se podría solicitar el aplazamiento del lanzamiento, pero el juzgado de primera instancia 3 de Barcelona desestimó el informe, «pues las circunstancias que allí se recogen no son las que regula el Real Decreto como vulnerabilidad que permita la suspensión del lanzamiento», ha dicho el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) este lunes en comunicado.
RTVE recuerda que «Cataluña está a la cabeza en desahucios derivados del impago del alquiler. Según el informe Efectos de la crisis económica en los órganos judiciales, esta comunidad, con 2.437 (el 22,2 % del total nacional) fue en la que se practicaron más lanzamientos durante el primer trimestre de 2021″.
No obstante, esta no es una situación exclusiva de la Comunidad Autónoma catalana y esto queda patente con un mismo desenlace: ayeru n hombre de 48 años se suicidaba tras ser desahuciado en Puerto del Rosario (Fuerteventura).
Este, tras el lanzamiento se ahorcó de la baranda del sótano del edificio donde residía en la calle Virgen de la Peña y el cuerpo sería encontrado alrededor de las 10.00 horas, «cuando los comercios cercanos abren sus puertas», explican desde el medio Canarias7.
Jaime Palomera del Sindicat de Llogaters afirmaba que «un suicidio por desahucio cada día. Es lo que pasaría si no fuera por el movimiento de la vivienda, las trabajadoras sociales, las abogadas y toda la gente que antepone la vida al dinero. Esperanza frente a un Estado que sigue operando como un engranaje del poder inmobiliario».
Un suicidio por desahucio cada día. Es lo que pasaría si no fuera por el movimiento de la vivienda, las trabajadoras sociales, las abogadas y toda la gente que antepone la vida al dinero. Esperanza frente a un Estado que sigue operando como un engranaje del poder inmobiliario.
— Jaime Palomera (@JaimePalomera) June 18, 2021
Y de hecho, estos sindicatos son los únicos que están dando respuesta a un problema estructural, el de la vivienda, que lejos de soliviantarse sigue siendo contemplado como un bien de mercado, tal y como afirmaba el ministro Ábalos.
Desde las portavocías gubernamentales y las filtraciones a prensa esta semana se daba a conocer la noticia de que el PSOE aceptaba congelar los alquileres en zonas tensionadas, a lo que cabe destacar que en los últimos años, los alquileres han subido un 40% y esto según Palomera «nos condenan a unos precios totalmente hinchados».
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