El entrenador del Nápoles, Genaro Gattuso, sufre una enfermedad que consiste en el debilitamiento de los músculos oculares y provoca visión doble o párpados caídos. Sin embargo, lejos de lamentarse, pretende ayudar a los más pequeños con su mensaje positivo.
Desde hace unos días, Gennaro Gattuso, recordado como una de los centrocampistas más fuertes e intensos de la primera década del siglo XXI y ahora entrenador del Nápoles, luce un aparatoso parche que tapa la lente derecha de sus gafas. El motivo, como él mismo desveló tras el partido ante el Torino (1-1), tiene nombre: miastenia ocular.
Se trata de una enfermedad que consiste en el debilitamiento de los músculos oculares y provoca visión doble o párpados caídos. «Ver doble las 24 horas del día no es fácil. Pero no me gusta que la gente se emocione al verme así», señalaba.
Gennaro Iván Gattuso era el pulmón del Milan de Kaká, Pirlo, Cafú, Inzaghi o Shevchenko y de la Italia campeona del mundo de 2006. Su agresividad y fuerza lo elevaron como uno de los mejores centrocampistas de lo que llevamos de siglo. Ahora, su fuerza radica en su mensaje.
«Con 34 años, durante un Milan-Lazio, jugué media hora con un ojo solo. Choqué con un jugador, pensé que era un rival y, en cambio, era Nesta. Los músculos de los ojos no funcionan bien, y ves los objetos en cuatro o cinco posiciones distintas. Los médicos todavía no entienden cómo pude jugar 33 veces así», explicó el jugador.

El mensaje de Gattuso
Gattuso aprovechó su exposición ante los medios para enviar un bonito mensaje a los niños y niñas que sufren por su aspecto físico: «Quiero decirle algo a los niños que no se ven guapos en el espejo. La vida es bella y hay que enfrentarla sin esconderse», dijo.
El apoyo de su círculo de amigos, su familia y el vestuario ha sido importante para Gattuso, que reconoció que sus jugadores «sufrieron viéndome así» y se ha quejado de algunas informaciones que le han llegado: «He leído que estaba muerto, que me queda un mes de vida… Tranquilos, no me muero. Estoy vivo».

«Los muchachos estaban tan cerca de mí, incluso si lo escondí en los últimos días. Estoy luchando mucho porque ver el doble las 24 horas del día no es fácil. Solo un tonto como yo puede soportar. Y no me gusta ver gente que se emocione de verme así … Pero hay que aceptarlo porque en la vida hay cosas peores y tengo la suerte de hacer lo que me gusta», completaba su mensaje el técnico italiano.
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