25 Nov 2024
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Gabriel Boric vence en las elecciones presidenciales en Chile 

Gabriel Boric, del Frente Amplio y el Partido Comunista, ha ganado en votos la carrera presidencial en Chile.

A primera hora, pese a llevar poco escrutado José Antonio Kast reconocía su derrota: “Acabo de hablar con @gabrielboric y lo he felicitado por su gran triunfo”, ha escrito en Twitter. “Desde hoy es el Presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero”.

Estas han sido una de las elecciones más polarizadas que se recuerdan. Por un lado Boric era un diputado de 35 años y antiguo líder estudiantil que se define como ecologista, feminista y regionalista, quiere ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa.

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Por el otro lado Kast, un abogado católico de 55 años, busca reducir el papel del Estado, bajar impuestos, afrontar con mano dura la migración irregular y prohibir el matrimonio gay y todas las formas de aborto.

De este modo y tras una intensa campaña el candidato de izquierda, Gabriel Boric, fue el ganador de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Chile escrutados el 99,47% de los votos.

Según estos datos, publicados por el Servicio Electoral de Chile (SERVEL) Boric se impondría al candidato ultraderechista, José Antonio Kast, que lograría un 44,14% de apoyos. Boric ha conseguido hacerse con el 55,84% de los votos.

La jornada electoral, denuncian las agencias, ha estado “marcada por las denuncias de falta de transporte público en Santiago y otras zonas urbanas, hasta el punto que ciudadanos particulares han ofrecido sus vehículos para trasladar a votantes”.

Retos de Gabriel Boric

Dado que se prevé que la nueva Constitución sea ratificada en setiembre de 2022, Boric tendrá que comenzar a implementarla por decreto o retrasar su promulgación hasta que cambie la aritmética legislativa.

“Si elige la segunda opción, provocará la indignación y la frustración generalizadas en la clase trabajadora. Esto podría abrirle una futurible puerta a Kast, quien saldría beneficiado de una mayor erosión de la confianza en la democracia liberal. Con un Congreso paralizado y un presidente socialdemócrata que podría no estar dispuesto a gobernar por decreto para evitar que lo llamen tirano, las perspectivas de transición a un nuevo orden sociopolítico lucen sombrías. La olla a presión está otra vez sobre el fuego”, argüía Camila Vergara, doctora en Teoría Política en New Left Review .

“Si la esperanza es superar el miedo y la parálisis, se necesitarán nuevos mecanismos políticos para aflojar el control de las fuerzas reaccionarias y reformular radicalmente la Constitución. En los últimos meses, la Convención Constitucional ha escuchado testimonios de organizaciones populares que demandan poder de decisión a nivel local y procedimientos de democracia directa para descentralizar el poder, proteger el medioambiente y combatir la corrupción”, continuaba.

“El paso de un modelo neoliberal a uno socialdemócrata requiere un intenso trabajo legal y de políticas públicas en lugar de negociaciones muertas e inmovilidad política. La estabilidad que espera Boric será esquiva. Retrasar la aprobación de reformas socioeconómicas esenciales no evitará futuras erupciones de descontento popular: solo pondrá en peligro el frágil statu quo al que está tan apegada la clase dominante”, concluía.