Harry vive en una mansión de 14 millones de dólares en California y tiene acuerdos de patrocinio con empresas que le pagan para representar sus marcas.
No solo de realeza española viven las polémicas en los medios. También la británica, aunque a un nivel más comedido, llena tabloides con infidelidades, declaraciones, salidas de todo y manifestaciones netamente elitistas que, lógicamente, les alejan del pueblo llano.
Ahora ha sido el príncipe Harry, el hijo menor de Diana y el príncipe Carlos, que ha sido objeto de críticas por una afirmación sobre el trabajo y su condición de «colocado» ad eternum por la sangre que corre por sus venas. Recordemos, antes de entrar al detalle, que el miembro de la realeza vive en una mansión de 14 millones de dólares en California y tiene acuerdos de patrocinio con empresas que le pagan para representar sus marcas.
En una entrevista con la revista Fast Company, Harry señaló que “muchas personas en todo el mundo se han quedado atrapadas en empleos que no les brindan alegría” y añadió que los dejasen en favor de su salud mental era algo a “celebrar” y que muchos deberían tener en cuenta.
“No todas las renuncias con el covid son malas”, añadió, explicando que “es una señal de que con la autoconciencia surge la necesidad de cambio”.

«Vive en las nubes»
La prensa británica ha sido muy dura con el príncipe Harry por unas declaraciones que calificaron de “desafortunadas” en un momento en el que millones de personas han perdido su trabajo a consecuencia de la pandemia y otras muchas necesitan mantener su trabajo por el simple hecho de subsistir.
Kieran Boyle, director gerente de CKB Recruitment en Gloucester, dijo al Daily Mail: “Este tipo realmente vive en las nubes. Claro, a la mayoría de las personas les encantaría dejar un trabajo que odian, pero la realidad es completamente diferente. Quizás nuestro joven príncipe debería comenzar a involucrar más su cerebro antes de que sus labios se muevan”.
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