El pasado lunes se detuvo al ‘nazi de El Cabanyal’ y al vigilante de seguridad de España 2000 después de propinar una brutal paliza a un joven.
La noche del Primero de Mayo Vicente Casinos Garcés, conocido como el nazi de El Cabanyal, y Jorge Plaza Vallés, miembro del servicio de seguridad de España 2000, propinaron una brutal paliza, junto a su grupo neonazi, a un joven en las proximidades del Campus Universitari de Tarongers, motivo por el cual fueron detenidos el pasado lunes.
El joven de 20 años presentó una denuncia ante la Fiscalía de Delitos de Odio de València, donde, según informa Público, «tras relatar los hechos, pudo identificar a varios de sus agresores. Además del testimonio de la víctima y de testigos, fueron aportados vídeos de la agresión grabados por los vecinos desde sus balcones».

Tras la detención a ambos, Vicente Casinos y Jorge Plaza, se le imputan «delitos de amenazas, lesiones y contra los derechos fundamentales y libertades públicas».
Destaca Público que los hechos acontecieron tras la finalización de la marcha fascista «autorizada por la Delegación del Gobierno en el País Valencià, que convocó España 2000 a las seis de la tarde del 1 de Mayo, y recorrió el casco antiguo de València para terminar ante la plaza dels Furs, a espaldas de Torres de Serranos».
Guay. Nazis en pleno centro de València haciendo el saludo nazi sin pudor ninguno.
— Esther Sanz (@_EstherSanz_) May 1, 2021
Normalidad Democrática. pic.twitter.com/VkcXRuKSwE
La escena fue presenciada por decenas de personas desde sus balcones, gritando «¡parad que lo vais a matar!», mientras varios grababan la escena y otros llamaban al 091.
Mientras, prosigue Joan Cartarero en Público «el chico estaba tendido en el suelo uno de los nazis que le rodeaban se le acercó y le puso ante la cara una navaja de grandes dimensiones diciéndole: «¿Quieres que te la clave?»».
Una vida neonazi
El portador de la navaja, Vicente Casinos, de 62 años, conocido como «el nazi del Cabanyal», tiene a sus espaldas un amplio historial de violencia relacionada con el nazismo en València desde la pasada década de los 80.
En diciembre de 2019 ya fuera detenido, dentro de una operación contra el terrorismo, por Inspectores de la Brigada de Información de la Policía Judicial de Valencia al descubrir en su vivienda un importante arsenal de armas y munición.

Al detenido, contaban por aquel entonces las fuentes policiales, se le vigilaba desde hacía varios meses «tras detectarse en los rastreos de redes sociales que hacía ostentación y exhibición de diversas armas, junto a simbología ultraderechista en general y nazi en particular. Pero también porque entre sus proclamas realizaba amenazas a periodistas que investigan y publican informaciones habitualmente sobre la ultraderecha en España en medios nacionales, y contra personas diversas y colectivos vulnerables».

A principio de 2020, sin embargo, los vecinos de El Cabanyal aseguraban que Casinos estaba involucrado en pintadas de simbología nazi que aparecieron en el barrio. En los mensajes se leían los lemas «Valencia 88» -en referencia a los 88 mandamientos de David Lane y la proclamación del grito ‘Heil Hitler’ en clave numérica- y «ziklon B grupo de limpieza racial».
Related posts
Israel asesina a sanitarios en Gaza y ya son 14 los cuerpos recuperados tras un ataque
El ataque israelí contra equipos médicos en Rafah revela la indiferencia internacional ante un crimen flagrante
«Un coño precioso». Escándalo en la Federación Italiana de Gimnasia: cuando la misoginia dirige el deporte
Conversaciones machistas interceptadas ponen en jaque a Andrea Facci, presidente de la Federación Italiana de Gimnasia. Un reflejo del patriarcado que contamina el deporte.
Trump estrangula a Venezuela y golpea a Repsol: la hipocresía imperialista vuelve a escena
La política de sanciones de Trump amenaza la soberanía económica venezolana y evidencia la sumisión europea frente a EE UU
Vídeo | DE RESIGNIFICAR NADA 🧼 PSOEizando, que es gerundio. Marina Lobo y Esther López Barceló
La “resignificación” del Valle de los Caídos que vende Moncloa es un eufemismo para disfrazar la continuidad del relato franquista.