El hospital Zendal, más allá de su elevado coste de construcción sigue siendo un pozo sin fondo, que no se le da uso.
A través de redes sociales diversos usuarios, entre ellos el editor José Vico o el graduado en derecho militante del PSOE Luis Álvarez, han compartido una imagen en la que se desglosan los costes del hospital Zendal.

Es cierto que el servicio requerido tiene fecha de ejecución el día 1 de enero de 2022, pero su finalización es en diciembre de 2022, pero, denuncian, el hospital actualmente no tiene ningún paciente.
«Más de tres millones de euros por las comidas y vending de un hospital que en este momento tiene 0 pacientes, exponía en Twitter Luis Álvarez.
Más de tres millones de euros por las comidas y vending de un hospital que en este momento tiene 0 pacientes. pic.twitter.com/qMmoPNkY2p
— Luis Álvarez ⭐️ ✊? (@valmenor) August 19, 2022
«No es sólo que El Zendal no tenga pacientes, es que hay que pagar la seguridad y el mantenimiento, y ojo, el servicio de alimentación y vending, la empresas amigas forrándose con la libertad», apuntaba José Vico.
No es sólo que El Zendal no tenga pacientes, es que hay que pagar la seguridad y el mantenimiento, y ojo, el servicio de alimentación y vending, la empresas amigas forrándose con la libertad ? pic.twitter.com/O5e561gQnO
— José Vico ????? (@josevico4) August 19, 2022
170 millones, sin apenas actividad y el triple de los costes previstos
El hospital de emergencias Enfermera Isabel Zendal, el «hospital de pandemias que iba a sorprender al mundo» en palabras de Isabel Díaz Ayuso, ha sido un pozo sin fondo de gasto público desde 2021, que ha servido más para los fines electoralistas de la presidenta madrileña que para ayudar en algo concreto para la salida de la crisis sanitaria.
Los sobrecostes del Zendal ascienden al 149% del total. Levantar el edificio situado en el norte de la capital, en Valdebebas, ha supuesto para las arcas públicas 140,1 millones, el 82% del presupuesto. Las empresas que se llevaron a dedo la adjudicación de las obras a dedo fueron un total de siete, que acabaron registrando sobrecostes respecto al contrato inicial firmado del 170%.

Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
El experimento neerlandés: cuando el fascismo se disfraza de ensayo democrático
Meter a la ultraderecha en el Gobierno, aunque sea por la puerta de atrás, no es gobernabilidad: es claudicación.
El Pentágono quiere borrar a Harvey Milk: la cultura del odio se impone a cañonazos
Trump y Hegseth ordenan eliminar nombres LGTBI y antirracistas de los buques militares para imponer la “cultura del guerrero”
La trampa atlántica
Trump no quiere comercio justo. Quiere vasallaje. Y Bruselas, otra vez, se arrodilla.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos