“Jamás, en 29 años de trayectoria, nos había pasado nada igual”, lamentó la banda.
El emblemático conjunto español de ska, Ska-P, experimentó un fin de semana lleno de tensiones, oscurecido por la tormenta de su canción “Intifada”. Al borde de su presentación en suelo alemán, los intérpretes estuvieron a un paso de ser detenidos, marcando un controvertido capítulo en la creciente ola de censura cultural.
Desde el inicio, Ska-P percibía un aire incómodo y turbio circulando en torno a su actuación. Grupos de influencia presionaron a las autoridades alemanas para bloquear el evento y evitar que la banda subiera al escenario. Ante tales acusaciones y amenazas, Ska-P no se quedó callado: “No, NO SOMOS ANTISEMITAS, respetamos a todas y todos las personas religiosas, independientemente de su fe. Sin embargo, no somos fanáticos de las religiones en sí, creemos en el pensamiento libre, sin las cadenas del dogmatismo y la indoctrinación”, subrayó la banda.
El grupo musical enfatizó el propósito de su canción “Intifada”, describiéndola como una crítica a la ocupación del Estado de Israel al pueblo palestino, a los asentamientos y despojo de tierras, y a la brutal segregación. Reiteraron su rechazo al sionismo, aclarando que ser antisionista no equivale a ser antisemita.
LA LIBERTAD ARTÍSTICA BAJO ATAQUE
No obstante, sus presagios no eran infundados. Según la banda, la policía alemana tenía órdenes de la Fiscalía del país de detener a todo el personal del grupo si sonaban las notas de esa canción. “Hoy la fiscalía de Múnich no nos ha permitido tocar ‘Intifada'”, compartió el grupo. La decisión del sistema legal bávaro fue calificada como un atentado a la libertad artística y a su derecho de expresión.
Los miembros de Ska-P recurrieron a su público para denunciar la situación. En varios videos que circulan por la web, se ve a la banda sobre el escenario pidiendo a todos y todas los presentes que griten “Libertad para Palestina” en inglés.
Este incidente pone de relieve un nuevo episodio de censura cultural, aunque esta vez, fuera de nuestras fronteras. “Jamás, en 29 años de trayectoria, nos había pasado nada igual”, lamentó la banda. A pesar del amargo sabor del incidente, Ska-P agradeció a su público por su apoyo: “Gracias a tod@s nuestros seguidores por el apoyo recibido. Salud y libertad!! #Skap”, concluyó el grupo en su página oficial de Facebook.
A pesar de las circunstancias adversas y la presión externa, Ska-P continúa su lucha por la libertad de expresión y la justicia social. Y aunque sus acordes hayan sido silenciados por una noche, su mensaje se ha hecho eco en todo el mundo, poniendo en evidencia una censura cultural que va en aumento, traspasando incluso las fronteras nacionales. Es un claro recordatorio de que en esta era de globalización y supuesta apertura, aún quedan voces por liberar, canciones por cantar y batallas por ganar en el terreno de la expresión artística.
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