El discurso de odio no es un juego, es una amenaza. Y es hora de enfrentarlo
HECD, el programa de Marina Lobo, de lunes a viernes a las 12:30 en nuestro canal de Twitch y todos los programas y cortes en nuestro canal de Youtube
La actualidad política en Extremadura abre un espacio de reflexión necesario sobre el estado de los derechos humanos en el contexto actual. No se trata solo de un fenómeno regional, sino que la perspectiva debe ampliarse al panorama global. Las tensiones recientes entre el Partido Popular (PP) y Vox, con la candidata del PP, María Guardiola, en el centro de la escena, ponen sobre la mesa una serie de discusiones vitales que no se pueden ignorar.
María Guardiola se ha plantado firmemente en su posición y ha reiterado que ciertos temas son inamovibles para ella. La violencia machista, los derechos del colectivo LGTBI, el aborto y la inmigración son asuntos que ella ha dejado fuera de la mesa de negociación, provocando cierto revuelo, no solo en Extremadura, sino en todo el país.
Polémica en el discurso político
Un titular reciente del diario El Mundo reza: «Máxima tensión PP-Vox en su primera negociación. La candidata extremeña no cede en aborto, inmigración, LGTB y violencia de género». El foco no debería ser si María Guardiola debiera o no ceder en sus posturas. El auténtico interrogante es ¿por qué tendría que hacerlo? ¿Por qué se esperaba que ella cediera en cuestiones que atañen a derechos humanos fundamentales?
Es cierto que la política es un terreno de negociaciones, pero hay asuntos que no deberían ponerse en juego en primer lugar. Los derechos humanos no son negociables. El respeto a la diversidad y a la identidad individual no son negociables. La violencia de género no es negociable. Parece que Guardiola ha entendido esta perspectiva.
Los efectos de un titular
¿Puede un titular ser culpable? ¿Puede un discurso político que difunde odio y violencia ser responsable de sus consecuencias? ¿Es culpable la falta de respeto a los derechos humanos y a la diversidad? La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo sí.
Este tipo de discursos son los responsables de que la violencia machista siga siendo una realidad en la sociedad española. Son los responsables de los delitos de odio contra el colectivo LGTBI y los migrantes. Son los responsables de los asesinatos de mujeres.
No se trata de un juego político. No es una partida de sillas. Se trata de la vida real. La política, los medios de comunicación, tienen un impacto real en la vida de las personas, y estos impactos pueden ser violentos.
El discurso de odio no es un juego, es una amenaza. Es una amenaza para los derechos humanos, para la igualdad, para la diversidad. Y es hora de enfrentarlo.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
La número tres de Ayuso, imputada por corrupción, también se inventó su título
Un nuevo caso de la ya crónica titulitis y corrupción del PP madrileño estalla en mitad del verano.
La titulitis acorrala a Mazón y sus altos cargos
El PP valenciano, bajo el foco por currículums inflados y un silencio que suena a fraude.
Informe revela la mano de las ‘big tech’ en la amenaza de Trump a Brasil
La Casa Blanca se alinea con Google, Meta y Amazon para atacar la soberanía digital brasileña
Vídeo | El reloj corre y seguimos ordeñando el mundo
⏳ El planeta no tiene repuestos, pero seguimos actuando como si los tuviera. Dicen que son ciclos naturales,que la Tierra siempre fue así,que la culpa es de las nubes, de los chemtrails, de Soros…de cualquiera menos nuestra.El reloj corre y seguimos ordeñando el mundo como…
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…