La Iglesia Católica siempre ha sido rodeada de misterio en cuanto a sus finanzas se refiere.
A diferencia de otros negocios, los sacerdotes de las órdenes religiosas no manejan directamente su patrimonio. En su lugar, son bancos privados y gestoras de fondos financieros especializadas las encargadas de gestionar estos activos.
El enfoque de la Iglesia en cuestiones económicas es similar al de una gran corporación. Aunque la riqueza total de la Iglesia es ampliamente conocida, la opacidad y el ostracismo que acompañan a las finanzas del Vaticano hacen difícil conocer detalles precisos.
En concreto se estima que la riqueza total de la Iglesia rondaría los 2 billones de euros, solo en bienes inmuebles, es decir, “sin contar el efectivo, las acciones, el patrimonio artístico”, indican desde InfoLibre.
Según una publicación de Nasdaq, recogida por el digital, es difícil tener certezas sobre las cuentas de la Iglesia debido a la opacidad del Banco Vaticano y a la falta de obligación de publicar datos financieros en ciertos países, como los Estados Unidos.
Sin embargo, el Papa Francisco ha introducido políticas de honestidad y transparencia en la banca pontificia, lo que ha permitido conocer algunos datos sobre las cuentas eclesiásticas. En España, tres firmas, iCapital, Altum Faithful y Portocolom, son las encargadas de gestionar el dinero generado por la Iglesia. A pesar de las políticas de transparencia, sigue siendo difícil conocer detalles precisos sobre las finanzas de la Iglesia Católica.
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