Los datos sobre los comisionistas del Ayuntamiento de Madrid son bochornosos.
Esta semana saltaba la noticia de que dos empresarios españoles, Luis Medina y Alberto Luceño, se pusieron en contacto con un enlace, cercano al hermano de Almeida, que les facilitó a su vez el contacto clave para alcanzar el bochornoso contrato millonario de las mascarillas.
El periodista de la Cadena Ser, Aimar Bretos, hablaba del caso refiriéndose a este como el de «la repugnante estafa que ha hecho pública la Fiscalía».
La explicación procede posterior a que Anticorrupción haya presentado este miércoles una querella ante los juzgados contra los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño Cerón por cobrar comisiones millonarias al “inflar” el precio de la compra de material sanitario para la pandemia tras firmar tres contratos con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid.
“Estos dos señores, en el momento peor de la pandemia”, ha resaltado Bretos, “justo al principio del confinamiento, cuando la gente se estaba muriendo por cientos y los demás estábamos metidos en casa con la mayor de las incertidumbres. Estos dos señores, según la Fiscalía, se embolsaron más de cinco millones de euros en comisiones estafando de forma sangrante al Ayuntamiento. Y se gastaron ese dinero en coches de lujo, relojes de lujo, en un yate, en una casa en Pozuelo con tres plazas de garaje”.
Estos dos empresarios vendieron al Ayuntamiento “un millón de mascarillas KN95 por 6.600.000 dólares, cuando el precio real era de 2.600.000. Así que inflaron artificialmente el precio en 4.000.000 de dólares. Un 148% del precio real del producto. Pero es que con los test, le metieron una comisión del 71%. Y con los guantes se adjudicaron una comisión del 81%”, ha explicado Bretos.
“Y para redondear el expolio, el producto que trajeron era una birria”, ha apostillado. “De los 250.000 test, dice la Fiscalía que solo 75.000 tenían un nivel de sensibilidad aceptable. Y con los guantes lo mismo”.
El dinero ganado, ambos empresarios, se lo gastaron en una docena de coches de alta gama con precios que van desde un Mercedes A200 AMG por 32.500 euros hasta un Ferrari 812 Suoerfast por 355.000 euros.
“Pagaron todo esto con el dinero cobrado de las arcas públicas. Cuando la gente se estaba muriendo por la pandemia. Es el más indecente de los posibles saqueos”, ha sentenciado el periodista.
A partir de aquí, ha continuado Bretos, “solo queda esperar que el proceso judicial avance todo lo que tenga que avanzar, que esta gente pague lo que tenga que pagar, si es que tiene que pagar, lo que determine la justicia, pero hay algunas preguntas que son llamativas o a uno le surgen al leer el escrito de la Fiscalía: Una, ¿es habitual que comisionistas contacten con el ayuntamiento aprovechando su condición de personajes conocidos de la vida pública, como dice la Fiscalía?; Dos, ¿es habitual que comisionistas contacten con el ayuntamiento a través de un familiar del alcalde de Madrid?; Tres, ¿quién es ese familiar del alcalde de Madrid?”, ha lanzado el periodista, quien ha señalado que invitaron al alcalde Martínez-Almeida a que de sus explicaciones en los micrófonos de la SER, pero que ha declinado la invitación».
Al respecto Ana Pardo de Vera se ha cuestionado “¿Ustedes de qué creen que vive esta gente? ¿De propiedades sin subvenciones? ¿De negocios sin concesiones? ¿De favores sin comisiones? ¿Los ven trabajar alguna vez en las revistas o redes, de viaje en viaje, de boda en boda, de sarao en sarao, de misa en misa? Espabilen”.
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