Los datos secretos del propio ejército israelí desmontan el relato oficial: el asedio a Gaza es un genocidio planificado, con un índice de matanza civil pocas veces visto en la historia reciente.
LA MATANZA DOCUMENTADA
El 21 de agosto de 2025 se conoció lo que durante meses las familias palestinas han gritado al vacío. Una investigación conjunta de Yuval Abraham (+972 Magazine y Local Call) y Emma Graham-Harrison (The Guardian) reveló que los informes de la Dirección de Inteligencia Militar del propio ejército israelí identificaban apenas 8.900 combatientes muertos en Gaza hasta mayo. Aquel mes, el Ministerio de Sanidad gazatí cifraba en 52.928 el total de víctimas palestinas. La proporción es devastadora: cinco de cada seis asesinados eran civiles, el 83%.
La cifra no es solo un número. Supone una tasa de matanza civil superior a Bosnia en los 90 (57%), Siria en la década más sangrienta de su guerra (29-34%), la invasión rusa de Ucrania (10-22%) o Afganistán bajo la ocupación estadounidense (8-12%), según el Uppsala Conflict Data Program. Lo de Gaza no es un error de cálculo ni un daño colateral inevitable. Es una política sistemática.

Mientras los portavoces israelíes repetían que se trataba del “conflicto urbano más limpio de la historia”, las bombas de 2.000 libras fabricadas en Estados Unidos arrasaban barrios enteros. Mientras John Spencer, académico de West Point, aseguraba que Israel era “ejemplo de protección civil”, un oficial israelí admitía que se inflaban las listas de “terroristas” hasta convertir a civiles muertos en combatientes inventados. Una unidad del ejército reconoció que de un centenar de palestinos ejecutados en Rafah, solo dos iban armados.
El engaño estaba diseñado. El propio exgeneral Itzhak Brik lo resumió: “No hay conexión entre los números anunciados y lo que ocurre. Es un gran engaño. En cada incursión se mata a civiles y se les llama terroristas”.
EL ROSTRO DEL GENOCIDIO
Desde el 7 de octubre de 2023, las reglas de combate se relajaron hasta lo indecible. Se autorizó matar a decenas de civiles por cada miembro de Hamas localizado. El 31 de octubre de 2023, un solo bombardeo sobre el campo de refugiados de Yabalia exterminó a más de 120 personas para eliminar a un combatiente. El propio exjefe de inteligencia Aharon Haliva llegó a decir: “Que ya haya 50.000 muertos en Gaza es necesario y requerido para futuras generaciones. No importa si son niños”.
Israeli army database suggests at least 83% of Gaza dead were civilians Classified intelligence from May reveals Israel believed it had killed ~8,900 militants in Gaza, indicating a proportion of civilian slaughter with few parallels in modern warfare. www.972mag.com/israeli-inte…
— +972 Magazine (@972mag.com) 2025-08-21T13:42:11.526Z
Ese desprecio por la vida humana es lo que el Tribunal Internacional de Justicia examina como prueba de genocidio, a instancias de Sudáfrica. Porque el genocidio no se mide solo por el número de muertes, sino por la intención explícita de destruir un pueblo. Y aquí está por escrito.
A los bombardeos se suman las ejecuciones directas. Médicos estadounidenses voluntarios han relatado cómo recibían a niñas y niños con disparos en la cabeza y el pecho, propios de francotiradores. Soldados israelíes filtraron órdenes de disparar contra multitudes hambrientas que esperaban ayuda en centros de distribución de alimentos. 271 palestinas y palestinos, entre ellos 112 niños, han muerto ya de hambre bajo asedio, un dato que desvela la estrategia de usar la inanición como arma de guerra.
La excusa de la “lucha contra el terrorismo” es solo la coartada. La operación actual, llamada Gideon’s Chariots II, reconoce como objetivo la ocupación total y la limpieza étnica de Gaza. Los responsables israelíes no ocultan sus intenciones: Haliva declaró que los palestinos “necesitan una Nakba cada cierto tiempo para recordarles el precio de resistirse”. Recordar que en 1948 más de 750.000 personas fueron expulsadas entre masacres y marchas de la muerte. Hoy, en 2025, el plan es repetirlo a una escala aún mayor.
La última cifra del Ministerio de Sanidad gazatí es insoportable: 62.122 personas asesinadas y más de 156.700 heridas en 685 días de asedio. Decenas de miles permanecen bajo los escombros. En un mapa comparativo, Gaza ya supera en número de víctimas a las guerras más feroces de las últimas décadas. No se trata de proporcionalidad, se trata de exterminio.
Quien aún habla de daños colaterales está participando en la mentira. Quien sigue llamándolo “conflicto” es cómplice del genocidio.
83% de las personas asesinadas en Gaza eran civiles: la mentira de la “guerra limpia” israelí
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