Federico García Lorca fue fusilado a las 4:45 h de la madrugada del 18 de agosto, en el camino que va de Víznar a Alfacar y su cuerpo, que jamás se recuperó
En 1934 España empieza a vivir una época de violencia e intolerancia, la sombra del fascismo comienza a mostrarse. La situación política era insostenible y estaba a punto de estallar la Guerra Civil española. Desde los sectores más reaccionarios se seguía con fuerza la campaña de desprestigio y odio hacia el régimen democrático republicano y sus partidarios.
Lorca, debido a su amistad con personajes progresistas como Fernando de los Ríos o Alberti, fue ya señalado por una parte de la prensa más conservadora y desde 1935 fue considerado un enemigo de la derecha. La revista satírica antirrepublicana Gracia y Justicia en enero de ese mismo año insultaba al poeta en su portada, y en el interior de la misma tachaba sus dramas de blasfemos (la revista pertenecía a la Editorial Católica), aludían a su homosexualidad de modo despectivo e insinuaban en tono amenazante: «¡No debiera jugar al corro con ciertas cosas!».
Como ha destacado el historiador Paul Preston, Lorca «animado por una profunda conciencia social creó su compañía de teatro itinerante, La Barraca, firmó regularmente manifiestos antifascistas y colaboró con organizaciones como Ayuda Roja Internacional. Por ello se ganó el desprecio de la Falange y el resto de la derecha. En su propia ciudad mantuvo una estrecha relación con los grupos de izquierda moderada».

Detención y muerte
Lorca se refugió en casa de la familia de su amigo el poeta Luis Rosales, donde se sentía más seguro ya que dos de sus hermanos, en los que confiaba, eran destacados falangistas de Granada.
No pareció buena idea. El 16 de agosto de 1936, se presentó allí la Guardia Civil para detenerlo. Acompañaban a los guardias Juan Luis Trescastro Medina, Luis García-Alix Fernández y Ramón Ruiz Alonso, exdiputado de la CEDA, que había denunciado a Lorca ante el gobernador civil de Granada José Valdés Guzmán. Valdés consultó con Queipo de Llano lo que debía hacer, a lo que este le respondió: «Dale café, mucho café».
Según el historiador Ian Gibson, se acusaba al poeta de «ser espía de los rusos, estar en contacto con estos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual». Fue trasladado al Gobierno Civil, y luego al pueblo de Víznar donde pasó su última noche en una cárcel improvisada, junto a otros detenidos.
Después de que la fecha exacta de su muerte haya sido objeto de una larga polémica, parece definitivamente establecido que Federico García Lorca fue fusilado a las 4:45 h de la madrugada del 18 de agosto, en el camino que va de Víznar a Alfacar. Su cuerpo, que jamás se recuperó
La obra de Lorca
El universo de la obra de Lorca se define por un palpable sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones y de claves que se repiten de manera constante. La cuestión central es la frustración y Sse refiere muy frecuentemente a la muerte y a la sangre aunque, dependiendo del contexto, los matices varían bastante.
La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la generación del 27 y de toda la literatura española. Este grupo se caracteriza por fundir las formas de la poesía tradicional (neopopularismo) con los movimientos de vanguardia; por tratar los mismos temas de una manera similar (la muerte en sentido trágico; el amor como fuerza que da sentido a la vida; preocupaciones sociales como la injusticia, la miseria, etc.), por el uso de la metáfora y la imagen; etc.
La poesía lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está vinculada a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía conviven la tradición popular y la culta.
5 frases para recordar a Lorca
“Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan solo ahora la hemos de gozar”.
“Quiero llorar porque me da la gana”.
“Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima”.
“La soledad es la gran talladora del espíritu”.
“Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad”.
Related posts
Trump aún no controla la justicia
Hoy, la justicia ha defendido el Estado de derecho. No por ideología. No por valentía. Sino porque todavía hay quien entiende que las leyes están para algo más que adornar discursos.
La ultraderecha gana terreno entre banderas ajenas
Chega se convierte en la segunda fuerza en Portugal gracias al voto emigrante. El fascismo posmoderno se viste de desarraigo y antipolítica para colarse por la puerta de atrás del Parlamento.
Opinión | ¿Y ahora qué, Alemania?
Las promesas de “nunca más” frente al genocidio en Gaza
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos