Han pasado 40 años desde esta reflexión de Paul Newman, pero pocas cosas han cambiado en la estrategia neocolonial de Estados Unidos
Pasa el tiempo, pero la hipocresía norteamericana permanece. En el lejano año 1983, el mítico actor Paul Newman ya tenía claro que la estrategia de defensa de su país era un gran engaño para favorecer a las empresas armamentísticas.
Ni la seguridad nacional ni la defensa de la democracia o los derechos humanos ha importado nunca. Lo único que importa para el imperialismo de Estados Unidos es el poder y el dinero.
Han pasado 40 años desde esta reflexión de Paul Newman, pero pocas cosas han cambiado en la estrategia neocolonial de Estados Unidos: los rusos siguen siendo el enemigo creado, los derechos humanos solo importan según el color de piel, la venta de armas es lo más sagrado e Israel sigue teniendo vía libre para exterminar al pueblo palestino.
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