El volumen 3 del #15meme llega incluso con más vergüenza ajena que los anteriores, destacando una foto que refleja una actitud contagiosa: el Capitán Españita aparece desganado, evolucionando desde ser imagen de una manifestación a ser acusado de infiltrado policial. Menos gente en manifestaciones implica mejor filtración de contenido, destacando a unas señoras que, aunque dicen levantar el brazo solo para saludar, gritan consignas contra los moros, mostrando una contradicción evidente en su comportamiento y discurso.
En la manifestación pidieron llevar muñecas hinchables, ridiculizando a las ministras del gobierno. Además, una devota del rosario afirma que los verdaderos científicos deben creer en Dios, mostrando una mezcla de religión y ciencia.
Además, Ndongo aclara que sigue vivo tras rumores de su muerte, pero nadie le cree. Expresa confusión y sorpresa sobre cómo empezaron los rumores y cómo la gente reaccionó al saber que estaba vivo, mostrando el impacto de la desinformación. Sin embargo, muchos son los que ponen en duda que esto sea real y se preguntan si es una inteligencia artificial lo que está detrás.
Los líderes ultra que quieren ser la voz de Trump en Europa: el listado que nadie pidió
Líderes de la extrema derecha y pragmáticos se disputan el puesto de interlocutor privilegiado con el expresidente estadounidense
Así se lamen bien las botas del poder: Zuckerberg se arrodilla ante Trump por 25 millones
Mark Zuckerberg ha abandonado cualquier pretensión de neutralidad para alinear su imperio digital con la agenda trumpista.
Opinión | El gran error de estrategia de Feijóo que pagará caro: así se fabrican votantes de ultraderecha
Nada en su discurso responde a la realidad; todo se reduce a crear indignación prefabricada para movilizar (mal) a su electorado. Javier F. Ferrero La política española lleva años atrapada en una burbuja mediática que no representa al país real, sino a los intereses de…
“EL CLIENTE ES UN MONSTRUO” 🤫 Lo que no te contarán en Tele5 sobre Mercadona
Si la imagen de Mercadona es tan buena, ¿por qué cada vez más empleados denuncian prácticas abusivas? Y lo más importante, ¿por qué los grandes medios no lo cuentan?