La tragedia de las palestinas y palestinos no es solo el sufrimiento directo que han experimentado a lo largo de los años, sino también el cruel silencio internacional que los rodea. Esta indiferencia global no es un accidente, sino un reflejo del orden mundial donde el poder y la riqueza dictan quién merece ser escuchado y quién queda marginado.
Sin la riqueza de los recursos naturales ni el respaldo de potencias mundiales, la población palestina se encuentran en una posición vulnerable. En un mundo donde el poder se mide en términos de influencia económica y militar, quienes carecen de ambas cosas a menudo son despojados de sus derechos más básicos.
Sin el oro ni el acero para negociar, palestinas y palestinos se han convertido en víctimas de un sistema que valora más los activos que la humanidad.
Llegan los carroñeros del negocio inmobiliario tras la Dana
“Están haciendo negocio con nuestras desgracias, vendiendo nuestras casas como si fueran mercancía barata”
Rubén Gisbert explota de nuevo la tragedia de la DANA para difundir bulos y monetizar el dolor
La desinformación como estrategia: Gisbert convierte una muerte natural en “víctima oculta” de la riada mientras ataca a las organizaciones humanitarias.
El coste de tener a Teresa Rivera en Europa: la extrema derecha entra por primera vez a la Comisión Europea
El precio de mantener una legislatura estable ha sido la traición, una vez más, a los principios democráticos y progresistas que dieron origen a la Unión Europea.
Vídeo | Broncano lo ha vuelto a hacer
Ahora solo queda que Isabel Rodríguez escuche lo que dicta la Constitución.