La nostalgia no es un buen consejero, y es hora de que las y los líderes mundiales recuerden que ciertas prácticas del pasado deben quedarse exactamente ahí: en el pasado.
Mientras el mundo avanza en la preservación de la biodiversidad, parece que Islandia se sumerge en una especie de cápsula del tiempo, nostálgica por prácticas del pasado que ponen en peligro la existencia de seres majestuosos: las ballenas. En un giro sorprendente de eventos, las autoridades islandesas dieron luz verde a la reanudación de la caza de ballenas, especialmente de rorcuales comunes, situando al país en el mismo club que Japón y Noruega, ambos criticados por conservacionistas de todo el mundo.
EL CAMBIO EN LA DECISIÓN GUBERNAMENTAL
Islandia, en un intento previo por alinear sus acciones con la ética y la sostenibilidad, había prohibido la caza de ballenas, una pausa reflexiva que iba a perdurar hasta finales del verano de 2023. Este cambio se originó tras las evidencias de crueldad en la práctica y su incongruencia con las leyes nacionales. Pero, ¿qué ha cambiado desde entonces?
La respuesta se revela en las siluetas de los dos barcos balleneros que se alejan del puerto, listos para retomar su actividad. Y a pesar de la respuesta evidente de organizaciones como OceanCare, el gobierno ha optado por hacer oídos sordos.
En un intento de maquillar la decisión, se ha mencionado la implementación de normativas más rígidas. Pero, tras las cifras reveladas en 2022, donde se evidenció que más del 40% de las ballenas cazadas enfrentaron una agonía prolongada, estas nuevas medidas resultan poco consoladoras. Algunos animales sufrieron durante horas antes de morir, lo que resalta la flagrante violación de la Ley de Bienestar Animal del país.
UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO Y LA ÉTICA
Nicolas Entrup, de OceanCare, lo pone de manifiesto: «Es deplorable que se haya permitido reanudar esta cruel práctica. Estamos profundamente decepcionados por la decisión, que va totalmente en contra de los hechos demostrados de que disponen el gobierno y el pueblo de Islandia. Podemos estar casi seguros de que los balleneros islandeses no cumplirán los nuevos requisitos impuestos. Es necesario poner fin a esta práctica cruel, innecesaria y obsoleta».
Estos buques, en una desesperada carrera por aprovechar el tiempo, están dispuestos a eclipsar los años anteriores donde no se cazaron rorcuales comunes. Ahora, con la temporada de caza en pleno apogeo, hay temores fundados de que se intentará superar el número de 148 rorcuales cazados el año anterior.
El rorcual común, clasificado como «Vulnerable» en la Lista Roja de la UICN, ha visto mermar su población drásticamente desde la instauración de la caza moderna de ballenas. “Cientos de miles de ejemplares murieron en el siglo XX”, nos recuerda Ocean Care, evidenciando la devastación a la que se ha sometido a esta especie. Aparte de la caza, estas ballenas enfrentan amenazas como colisiones con embarcaciones, enredos en redes pesqueras y la constante contaminación de nuestros océanos.
Con esta decisión, Islandia no solo compromete su imagen a nivel internacional, sino que también pone en riesgo la existencia de estas majestuosas criaturas, ignorando su deber ético y moral de protegerlas. En esta ocasión, la nostalgia no es un buen consejero, y es hora de que las y los líderes mundiales recuerden que ciertas prácticas del pasado deben quedarse exactamente ahí: en el pasado.
Related posts
SÍGUENOS
Trump y el perdón al rey del cripto: una lección de corrupción en tiempo real
El expresidente convierte el indulto a Changpeng Zhao en una operación de propaganda y autoprotección financiera.
De Franco a los ‘freedom fighters’: genealogía del nuevo autoritarismo cool
Del fascismo de uniforme al fascismo con filtro de TikTok.
El fascismo cotidiano: pequeños gestos que construyen monstruos
No hace falta un dictador para que el fascismo avance. Basta con la comodidad de quienes no quieren incomodarse.
Vídeo | LA ESPAÑA DEL ODIO 😤 El fascismo ya no se esconde en sótanos: ahora se tramita en ventanilla
El odio no es un meme: se financia, se registra y actúa con papeles oficiales. En el reportaje de Público hay todo un mapa del odio en España —partidos, asociaciones “culturales”, clubes— que cobran, organizan y normalizan la xenofobia. Hoy voy a ponerles nombre y cara (no por morbo, por prevención): Núcleo Nacional, Devenir Europeo (sí, la de Isabel Peralta), la Comunión Tradicionalista y la Falange. ¿Cómo es posible que el Ministerio “no lo viera venir”? Aquí no hay excusas: es impunidad institucional. Mira, comparte y apunta bien: para combatir el odio primero hay que ubicarlo.
Vídeo | No eres libre
Byung-Chul Han recogió este fin de semana el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025. En su discurso, el filósofo criticó duramente al sistema neoliberal, que nos ofrece una libertad ficticia basada en la autoexplotación, ante la atenta mirada de un nutrido grupo de representantes ibéricos y herramientas indispensables de ese mismo sistema neoliberal a nivel local. El autor de “La sociedad del cansancio” recordó que su obra busca cuestionar la ilusión de libertad que promueve el sistema neoliberal, un sistema ineficaz, injusto y ecocida que es incompatible con la sostenibilidad y la felicidad. Y mientras el pensador habla, reinas, princesas, burócratas y plebeyos fingen comprender al filósofo que los retrata. Un momento digno de recordar.
Seguir
Seguir
Seguir
Subscribe
Seguir