El País habla de una agresión homófoba que ocurrió «sin motivo aparente» y las redes de comunicación se echan encima.
El pasado sábado El País sacaba la noticia de la detención de un joven de 19 años que, junto a otros dos cómplices, había agredido y apaleado a un hombre de 42 años «por su orientación sexual» en la zona barcelonesa de Montjuïc.
Al detenido, junto con dos jóvenes de 19 y 21 años, se le acusa, además, de varios robos violentos perpetrados entre mitad de mayo y principios de junio en los alrededores de la fuente mágica.
Sin embargo, dicho medio, obviaba la cuestión homofóbica a la hora de difundir la noticia en redes sociales: «el detenido, de 19 años y acompañado de otra persona, agredió sin motivo aparente a un hombre de 42 años que iba solo. Uno de los agresores cogió del cuello a la víctima y el otro le dio puñetazos en la cara mientras le insultaban por su condición sexual».
Este olvido propició que cientos de personas respondieran haciendo notar dicha cuestión intrínseca a la agresión, que atentaba contra los derechos humanos del hombre.
Subscribe 
La “Fundación Humanitaria de Gaza”: mercenarización y campos de concentración en la estrategia sionista de desplazamiento forzado
Por Manu Pineda La creación de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) en febrero de 2025 representa un hito perverso en la instrumentalización de la ayuda como arma de guerra. Bajo la fachada del reparto de alimentos, esta organización —dirigida por exagentes de inteligencia estadounidenses…
Cómo te venden la moto: la criminalidad baja, pero el miedo cotiza al alza
El delito cae, pero la histeria mediática se dispara. El problema no es la inseguridad, es quién gana sembrándola.
El Mar Menor hierve y nadie mueve un dedo: 32 grados, nitratos y complicidad criminal
La laguna agoniza mientras políticos, regantes y especuladores siguen llenándose los bolsillos.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos