El planeta se encuentra en una situación crítica, con los océanos batiendo récords de temperatura mes tras mes. Un nuevo análisis de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) revela que la temperatura media diaria de la superficie de los océanos no ha bajado de los 21ºC desde el 1 de enero. Esta anomalía, sin precedentes en esta época del año, amenaza con graves consecuencias para el clima global.
Los datos son alarmantes:
- Febrero de 2024 ha sido el más cálido jamás registrado a nivel mundial, con una temperatura global media del aire en superficie 0,81°C por encima del promedio de 1991-2020.
- La temperatura media global de los últimos doce meses (marzo de 2023 a febrero de 2024) es la más alta registrada, con 0,68°C por encima del promedio de 1991-2020 y 1,56°C por encima del promedio preindustrial 1850-1900.
- Los mares del planeta llevan un año batiendo récords de temperatura, con un aumento de 0,5°C respecto al año pasado y 1°C respecto a la media de 1982-2011.
- El Mediterráneo encadena ya tres meses de ola de calor marina, con niveles inusualmente altos de la temperatura del agua en superficie.
Las causas de este calentamiento son:
- La emisión descontrolada de gases de efecto invernadero por parte de las actividades humanas.
- El Niño, un fenómeno meteorológico cíclico que se repite cada ciertos años en el Pacífico ecuatorial.
- La oscilación multidecadal o AMO, un ciclo de cambios de larga duración en el Océano Atlántico Norte con fases frías y cálidas.
Las consecuencias de este calentamiento son:
- Más y mayores fenómenos tormentosos, como huracanes y medicanes.
- Modificación e incluso colapso de la AMOC, la Circulación de vuelco meridional del Atlántico, que traería consigo cambios climáticos más severos.
- Una «pequeña glaciación» en el norte de Europa y América del Norte.
Es urgente tomar medidas contundentes para frenar el cambio climático y evitar un futuro catastrófico. La comunidad científica lo tiene claro: la responsabilidad recae en los gobiernos y las grandes empresas contaminantes.
No podemos permitir que la codicia y la inacción de unos pocos condenen a la humanidad a un futuro de sufrimiento y destrucción. Es hora de exigir un cambio radical en el modelo económico y energético, y de poner la vida y el planeta por delante de los beneficios económicos.
Related posts
83% de las personas asesinadas en Gaza eran civiles: la mentira de la “guerra limpia” israelí
Los datos secretos del propio ejército israelí desmontan el relato oficial: el asedio a Gaza es un genocidio planificado, con un índice de matanza civil pocas veces visto en la historia reciente.
El naufragio del Cybertruck: cuando el juguete de Musk se convierte en un problema financiero
De icono futurista a chatarra cara: el vehículo que iba a revolucionar la movilidad eléctrica es hoy un fracaso asegurado.
La gran sumisión: Europa abre sus fronteras al cerdo de Trump
Un acuerdo desigual que entrega la soberanía económica de la UE a Washington
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.