El caso de Pablo González es una muestra de la situación actual de la libertad de prensa en Europa
El periodista hispano-ruso Pablo González cumple un año en prisión preventiva en la cárcel de Radom, Polonia, acusado de espionaje y sin que la acusación haya presentado pruebas concretas que respalden tal acusación. González es uno de los muchos periodistas europeos que han sido encarcelados por realizar su trabajo, lo que resulta una amenaza para la libertad de prensa y para la democracia en Europa.
González, quien fue detenido en la frontera con Ucrania, se encuentra en una situación difícil, sin haber podido ver a su abogado, sin garantías procesales adecuadas y en una prisión de alta seguridad. Su esposa Oihana Goiriena está preocupada por la falta de información que recibe sobre su estado de salud, así como por el aislamiento en el que se encuentra, con acceso limitado a la comunicación con el mundo exterior y con su familia. También está preocupada por el impacto que su detención está teniendo en sus tres hijos menores, quienes llevan un año sin poder hablar con su padre.
Abandonado por España, abandonado por Europa
El Gobierno español, a pesar de su obligación de proteger a sus ciudadanos en el extranjero, no ha hecho lo suficiente para ayudar a González. Su abogado, Gonzalo Boye, señala la falta de acción del Ejecutivo como un problema importante y destaca la falta de contacto con González y su familia por parte de las autoridades españolas.
El diputado de EH-Bildu, Jon Iñarritu, también critica el papel del España en este asunto y afirma que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no está respetando la presunción de inocencia de González y trata de normalizar una situación que no debería ser normal en Europa.
Además, la Unión Europea tampoco ha tomado medidas concretas en este asunto, a pesar de su compromiso con la libertad de prensa y de los derechos humanos. La situación de González es solo un ejemplo de la situación de los periodistas en Europa, y muestra la necesidad de actuar para proteger la libertad de prensa y la democracia en Europa.
Una amenaza continua
La detención de periodistas por hacer su trabajo es una amenaza para la libertad de expresión, y la falta de acción por parte del España y la Unión Europea es tan preocupante como definitoria de la situación de indefensión que viven los que solo buscan informar. Es fundamental que se respeten las garantías procesales y los derechos humanos de González, y que se tomen medidas para proteger la libertad de prensa en Europa.
Todo nuestro apoyo a Pablo.
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