Ha muerto a los 60 años tras contraer la COVID-19, pero no se realizó ninguna prueba ni llamó a las autoridades locales para informar de que tenía los síntomas
Hans Kristian Gaarder, uno de los más famosos negacionistas de la covid-19 en Noruega, ha fallecido a los 60 años a causa del coronavirus. Como buen negacionista, Gaarder criticaba en sus redes sociales las “enormes medidas” que se imponían para prevenir la infección de “algo que es como un resfriado o una gripe suave” y se preguntaba si las medidas restrictivas eran un medio para “camuflar que el coronavirus no se contagia de persona a persona”.
Además de sus argumentos negacionistas y antivacunas, Gaarder también escribía sobre los ‘Illuminati’ y defendía que la victoria del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fue ilegítima.
Desde el 16 de marzo, el municipio de Gran había prohibido las reuniones para frenar la propagación del virus. Pero Gaarder hizo caso omiso y organizaba fiestas ilegales y grandes reuniones en su granero. Justo diez días antes de su muerte celebró dos fiestas ilegales y ahora las autoridades noruegas deben identificar los casos a los que podría haber contagiado, ya que cuando celebró las fiestas ya estaba infectado.

Los rastreadores se enfrentan al problema de buscar a personas negacionistas
Pero el problema al que se enfrentan los rastreadores es buscar a gente que pertenece al entorno de la negación del coronavirus y que cree que no existe la pandemia, lo que supone un gran problema para la sociedad porque siguen relacionándose con gente a la que pueden contagiar.
Gaarder, falleció el pasado 6 de abril. Lo que él creía un simple resfriado resultó ser covid-19, tal y como ha reflejado en la autopsia posterior. A pesar de tener todos los síntomas, no se realizó ninguna prueba ni llamó a las autoridades locales para informarles.
Desde entonces, varios de los asistentes al encuentro han dado positivo y han contagiado el virus a sus contactos, según recoge el periódico Daily Mail. Los diarios locales han informado de que hay al menos 12 personas infectadas después de asistir a esas reuniones.
El director médico de Gran, el doctor Are Loken, ha enviado el pésame a su familia y ha instado a los ciudadanos a acudir de inmediato a su centro médico para realizarse la prueba correspondiente, sobre todo, a los que estuvieron con él en las fiestas que celebró los días 26 y 27 de marzo.
El 12 de abril se produjo la muerte de una mujer de 70 años que podría estar relacionada con las fiestas ilegales del negacionista y que ha muerto también por coronavirus, por lo que se piensa que el caso pueda estar relacionado. La mujer también era negacionista.
En un comunicado, los familiares declararon que antes de morir la mujer estaba enferma y tenía síntomas respiratorios propios de la covid-19. Los familiares saben que la mujer participó en uno de los eventos de marzo y alentaron a la mujer a que se hiciera la prueba del coronavirus, algo que ella rechazó.
Según los datos de la Johns Hopkins University, en Noruega, uno de los países que mejor ha controlado la pandemia, desde su inicio ha registrado 107.767 casos de coronavirus y 709 personas han fallecido.
Related posts
SÍGUENOS
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Feijóo, de la centralidad al fango
Cuando el barro se convierte en programa político, el país entero queda atrapado en la cloaca.
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.