El partido La libertad avanza encabezado por Javier Milei obtiene cinco bancas en la Cámara baja y se convierte en la tercera fuerza de Buenos Aires.
La ultraderecha ha entrado en el Congreso de Argentina de la mano de el partido La libertad liderado por Javier Milei, que contará con cinco bancas en la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre gracias a los votos obtenidos en la capital argentina y en la provincia de Buenos Aires.
“Almas libres, leones heroicos, gracias por tanto rugido”, ha agradecido Milei al 17% de los votantes que lo han apoyado en Buenos Aires, donde ha sumado tal cantidad de votos que le permite la posibilidad de negociar con el Gobierno para el establecimiento de nuevas leyes, aunque Milei ha rechazado la posibilidad e negociar con Alberto Fernández.
Fernández, por su parte, se ha mostrado “esperanzado”: “Tenemos derecho a la esperanza. Hablé y escuché a cientos de personas que necesitan más certidumbres. Saber que cada día estaremos un poco mejor. Argentina, aún en el marco de estas dificultades, viene avanzando y lo seguirá haciendo. Se abre una nueva etapa para el país”.
Milei ha aprovechado el momento para dejar que su objetivo es la carrera presidencial de 2023. “A partir de mañana vamos a empezar a recorrer cada rincón de Argentina para que en 2023 haya una boleta liberal en cada rincón del país”, ha dicho el economista ultraliberal.
La figura de Milei se ha popularizado, sobre todo en Buenos Aires y su área metropolitana, gracias a su fuerte presencia en televisión. Él mismo se define como un anarcocapitalista. “Considero que el Estado es el máximo enemigo, es el máximo agresor y que todas sus intervenciones hacen daños. Daños directos, daños indirectos. Y que todo tipo de intervención estatal es violenta”, dijo recientemente en unas declaraciones recogidas por la CNN.
Por otro lado, Milei, tiene claro sus contrincantes y adversarios: “El socialismo es una máquina de generar pobreza. El socialismo, en su versión pura, cuando se aplicó, fue un fracaso en lo económico, en lo social y en lo cultural”, dijo en una entrevista.
Su discurso utiliza recursos populistas con referencias al trumpismo y al bolsonarismo recurrentes, pero con tintes economicistas de situaciones tan inverosímiles como las armas: “La evidencia empírica dice que el delito es como cualquier actividad: cuando tiene mayores beneficios, crece. (Pero) si el delincuente cree que estás armado, su costo sube, y la delincuencia cae”.
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