“El baloncesto es un deporte en el que no siempre se gana, y debemos saber ganar y perder”, analiza la jugadora Laura Gil tras los insultos recibidos.
La Selección española de baloncesto femenino se tuvo que ver las caras con Francia en los cuartos de final de Tokio 2020 y no consiguió superar la eliminatoria. Pese a que llegar a cuartos ya es todo un logro al alcance de pocas selecciones (8, el cálculo es sencillo), con una final igualada (64-67), la reacción generalizada ha sido mucho peor que la de la derrota del masculino ante Estados Unidos.
Con algunas de las jugadoras en concreto fue una reacción durísima, como es el caso de Laura Gil. El machismo no ha faltado con referencias a que es mejor no criticar el baloncesto femenino para no ser “machirulos” o que la jugadora se iba a acordar de este partido “toda su vida”.
Ante esta situación, la jugadora ha publicado en su perfil oficial de Twitter un mensaje lamentando sus errores en el partido y disculpándose por ellos, aunque haciendo hincapié en la toxicidad de muchos de los mensajes recibidos.

“Necesito sacarlo”
“No sé cómo empezar esto… pero necesito sacarlo”, señala la jugadora. “Quería empezar reconociendo mis errores, ayer no estuve acertada y fallé tiros que a ojos de cualquiera eran tiros muy fáciles”, continúa.
— Laura Gil Collado (@Lau_gilcollado) August 5, 2021
Os puedo asegurar que ahora mismo estoy muy dolida, no voy a excusarme pero no todos los días se está bien, o al 100%, en todas las facetas del juego. Intenté ayudar al equipo sumando en otros aspectos, pero no fue suficiente”, analiza.
v, señala. “Y simplemente darles un mensaje a aquellas personas que piensan que por tener una opinión pueden faltar al respeto a una o a doce jugadoras que llevan todo el verano dándolo todo: ‘Todo el mundo tiene derecho a opinar pero no todas las opiniones son respetables'”, finaliza.
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