Iturriaga hace una crítica contundente a la industria alimentaria y su uso de la etiqueta NutriScore para blanquear productos altamente procesados y poco saludables
La etiqueta NutriScore es un sistema de clasificación de alimentos que se basa en un algoritmo para evaluar su calidad nutricional. Si bien es una iniciativa que busca informar al consumidor sobre la composición de los productos, también ha sido criticada por diferentes sectores debido a que puede resultar engañosa.
Uno de los principales problemas de la etiqueta NutriScore es que se enfoca en algunos componentes nutricionales como la cantidad de grasas, azúcares y sal, y no en la calidad de los ingredientes. Es decir, se pueden encontrar productos con altos puntajes NutriScore que contienen ingredientes altamente procesados, artificiales y con poco valor nutricional. Como bien señaló Mikel López Iturriaga en su tuit, algunos productos como el Nesquik pueden obtener una puntuación alta a pesar de contener altas cantidades de azúcar, lo que podría resultar engañoso para los consumidores.
Otro de los problemas de NutriScore es que no tiene en cuenta la cantidad de calorías en los productos, lo que puede ser engañoso para las personas que buscan controlar su ingesta calórica. Por ejemplo, se pueden encontrar alimentos bajos en grasa y sal, pero con altos niveles de azúcar, que aportan muchas calorías al organismo y que pueden contribuir a la obesidad y otras enfermedades.
También se ha criticado que NutriScore puede ser fácilmente manipulado por las empresas alimentarias, que pueden utilizar técnicas de marketing para presentar sus productos de manera atractiva a pesar de tener puntuaciones bajas en NutriScore. Además, algunas empresas han sido acusadas de reformular sus productos para mejorar su puntuación en NutriScore, lo que podría llevar a una mejora aparente en la calidad nutricional de los productos.
Iturriaga y el Nesquik
Sobre la valoración NutriScore se ha pronunciado el periodista Mikel López Iturriaga. En un tuit, Iturriaga hace una crítica contundente a la industria alimentaria y su uso de la etiqueta NutriScore para blanquear productos altamente procesados y poco saludables.
Su ejemplo del Nesquik es un claro caso de cómo una marca puede obtener una puntuación NutriScore alta a pesar de tener altas cantidades de azúcar en su composición. «Un producto insano que es 3/4 partes azúcar, y encima dirigido a los niños, luciendo una flamante “B”. Por esto la industria de los ultraprocesados está encantada con el NutriScore: es la herramienta perfecta para blanquear sus mierdas», relató.
Un producto insano que es 3/4 partes azúcar, y encima dirigido a los niños, luciendo una flamante “B”. Por esto la industria de los ultraprocesados está encantada con el NutriScore: es la herramienta perfecta para blanquear sus mierdas. pic.twitter.com/LKHPPVSScz
— Mikel López Iturriaga?️? (@mikeliturriaga) February 17, 2023
La crítica de López Iturriaga señala un problema mayor con la industria de alimentos procesados y su ética en la comercialización de sus productos. El hecho de que los alimentos altos en azúcar, grasas y sal sean dirigidos a niños y jóvenes, es un problema de salud pública grave y debe ser abordado por regulaciones más estrictas en la publicidad de estos productos.
Related posts
SÍGUENOS
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Feijóo, de la centralidad al fango
Cuando el barro se convierte en programa político, el país entero queda atrapado en la cloaca.
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.