“Encima de un escenario somos libres y no solo allí, deberíamos serlo en nuestra vida”
25 años iluminando escenarios y, sin embargo, una noche en el festival Sonorama Ribera y un gesto espontáneo generaron el revuelo que ‘Amaral’, pese a su legendaria trayectoria, no había anticipado. Pero, ¿cuánto vale la libertad? Eva Amaral lo sabe y así lo ha dicho en Las entrevistas de Aimar en Cadena SER: “Quitarme la camiseta en el escenario fue la liberación más grande que he sentido jamás; toda la montaña de odio que he recibido me da la razón”. Parece que en nuestra era “progresista”, aún enfrentamos dilemas arraigados en la cultura y el prejuicio.
Aquella noche, Eva Amaral eligió un acto de desafío, uno que más tarde admitiría había sido inspirado por la detención durante un concierto de Rocío Saiz. “Que subiera un policía a detener su concierto y que recibiera todos esos comentarios fue determinante”, recalcó Amaral. En un mundo donde un tweet ya no es suficiente, la acción directa exige atención, pero a menudo con un precio.
Tristemente, las y los críticos no tardaron en llegar. En un festival donde múltiples hombres se despojaron de sus camisetas sin causar un murmullo, fue el pecho femenino el que causó escándalo. No es sorprendente que Amaral reflexione sobre la hipocresía colectiva: “Incluso, si hago memoria, hay gente que ha salido al escenario desnudo y aquí no ha pasado nada”. Sin embargo, Amaral no pide un aplauso, sólo igualdad.
¿Es tan complicado comprender que la verdadera liberación está en permitir a las y los artistas expresarse sin miedo? Amaral aclara, “encima de un escenario somos libres y no solo allí, deberíamos serlo en nuestra vida”. Más allá de cuestionar la desnudez, ¿no sería más prudente cuestionar nuestra propia doble moral?
‘AMARAL’: MÁS ALLÁ DE UNA NOCHE
Más allá de esa noche controversial, el legado de ‘Amaral’ es inquebrantable. Desde su inesperado encuentro en 1992, Eva Amaral y Juan Aguirre han sido la banda sonora de generaciones. En palabras de Amaral, “Cada vez que alguien nos dice que escuchaba nuestras canciones en el coche con sus padres, para nosotros es muy emocionante”.
Desde su humilde comienzo tocando versiones hasta su emblemática carrera, ‘Amaral’ ha mantenido una esencia genuina. Las emociones plasmadas en sus canciones, desde la euforia hasta la pena, han tocado a innumerables fans. El recuerdo del fallecimiento del padre de Eva y la emoción palpable de cantar ‘Siento que te extraño’ en escenario resalta la vulnerabilidad humana, la cual Amaral y Aguirre no temen compartir.
El sonido ‘Amaral’, esa fusión de guitarra y voz, sigue siendo icónico, trascendiendo las barreras de la música. Es un recordatorio de que en el arte, la libertad de expresión es esencial, tanto en las notas musicales como en la libertad física sobre el escenario.
La banda no se rinde ante las expectativas. Su próximo álbum se cocinará a su propio ritmo, asegurándose de que, ante todo, disfruten la vida y la música.
Para concluir, quizás debamos reflexionar: más que criticar a un artista por su elección en un momento efímero, celebrar una trayectoria construida con pasión. Amaral merece reconocimiento no solo por su valentía aquella noche sino por 25 años brindándonos arte y música genuina.
Abascal ante el dilema Trump: aranceles contra el campo español y ataque contra el idioma
El regreso de Trump al poder pone a Vox entre la espada de la afinidad ideológica y la pared del proteccionismo estadounidense.
El indulto del ‘Chamán de QAnon’: cuando la violencia se convierte en política de Estado
La violencia perpetrada en nombre del trumpismo será no solo justificada, sino premiada.
Rehenes vs. presos: la hipocresía de occidente
Los medios insisten en llamar “rehenes” a los israelíes liberados y “presos” a los palestinos, perpetuando una narrativa que deshumaniza al pueblo ocupado y legitima la brutalidad del Estado sionista.
Vídeo | Musk se quita la máscara
Los fascismos de hoy no llegan con botas y marchas militares. Llegan con algoritmos, con CEOs que controlan redes y con discursos que normalizan lo intolerable.
Vídeo | ¿Por qué no denuncian las mujeres?
Porque denunciar significa enfrentarse a un sistema que las cuestiona y las revictimiza. Denunciar no debería ser una experiencia traumática, pero mientras la justicia siga siendo aliada de los agresores, ¿quién se atreverá a buscar ayuda?