PSOE y PP avalan unas jornadas contra la “ideología de género” que blanquean la violencia machista y dan altavoz a la extrema derecha
EL AVAL INSTITUCIONAL AL DISCURSO DEL ODIO
El próximo 4 de septiembre, la Sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados será escenario de una de las mayores obscenidades políticas de los últimos años: Vox celebrará unas jornadas tituladas “Ideología de género y denuncias falsas España/Argentina”. Y lo hará con el permiso de la Mesa del Congreso, que ha dado luz verde gracias a los votos del PSOE y el PP, con el rechazo en solitario de Sumar.
La ultraderecha insiste en negar la violencia de género como fenómeno específico, diluyéndola en un concepto de “violencia intrafamiliar” que oculta las cifras brutales: 1.258 mujeres asesinadas en España desde 2003. Mientras, Vox propaga el bulo de las denuncias falsas, que los propios datos oficiales desmienten año tras año: menos del 0,01% de las denuncias presentadas acaban siendo falsas, según la Fiscalía General del Estado.
Pese a esta evidencia, el Congreso permitirá que se retransmita el acto en streaming, con todos los medios técnicos y personales solicitados por Vox. Una institucionalización del discurso machista que normaliza la mentira como herramienta política y convierte a la Cámara en caja de resonancia de un relato peligroso.
EL PSOE SE PLEGÓ Y EL PP APLAUDE
El argumento de los socialistas para justificar su voto es que la Mesa no entra en el contenido de los actos de los grupos parlamentarios, salvo que se incurran en delitos de odio o se cuestione la Constitución. Pero, ¿qué es negar la violencia machista sino un ataque directo a los derechos fundamentales de las mujeres y a la seguridad de la mitad de la población?
El PSOE ya había protagonizado otro episodio vergonzoso cuando en el Senado, en 2024, avaló sin objeciones una cumbre internacional antiabortista organizada por la ultraderecha. Luego se justificó alegando “desconocimiento”. Ahora, con conocimiento pleno, vuelve a entregar altavoz institucional a quienes niegan derechos básicos.
La estrategia de Vox es clara y forma parte de la agenda global de las extremas derechas: convertir en “ideología” la defensa de la igualdad, presentar a los hombres como víctimas de una legislación justa y generar miedo en la sociedad con un relato ficticio de persecución. Lo hemos visto en Argentina, en Hungría, en Brasil y ahora en España.
Lo intolerable es que el PSOE, que gobierna gracias al feminismo que salió a la calle en 2018, se sume a esta farsa por inercia institucional. Al hacerlo, abandona a las víctimas, legitima el marco de la ultraderecha y dinamita el pacto social contra la violencia machista.
El Congreso no es un hotel de lujo para que la extrema derecha monte sus ferias ideológicas con la complicidad de quienes deberían defender la democracia. Abrir la Sala Ernest Lluch para negar la violencia de género es traicionar la memoria de todas las asesinadas.
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