“¿De qué sirve el cine si callamos ante el horror?”
Pedro Almodóvar, Viggo Mortensen, Susan Sarandon, Mark Ruffalo, Javier Bardem, Alfonso Cuarón, Isabel Coixet, David Cronenberg… No es la alfombra roja lo que los une hoy, sino la indignación. Más de 380 figuras del cine internacional han firmado una carta que rompe el muro del silencio: denuncian abiertamente el genocidio del pueblo palestino y la complicidad de la industria cultural global.
“Nos avergüenza tanta pasividad”
Con el Festival de Cannes como telón de fondo, el manifiesto no podría ser más claro:
“¿De qué sirve el cine si callamos ante el horror?”
En sus primeras líneas, los firmantes nombran a Fatma Hassona, fotoperiodista palestina de 25 años, asesinada por Israel junto a diez miembros de su familia, incluida su hermana embarazada. Un día antes de su muerte, se había anunciado que la película que protagonizaba, Put Your Soul on Your Hand and Walk, había sido seleccionada en la sección ACID del Festival.
Iba a casarse esa misma semana.
Pero las bombas no respetan ni el amor, ni el arte, ni la vida.
El cine como trinchera… o como cómplice
“No podemos permanecer en silencio mientras el genocidio ocurre en Gaza”, denuncia el texto. Recuerda que desde el 7 de octubre de 2023 ningún periodista extranjero ha podido entrar en la Franja. Más de 200 periodistas palestinos han sido asesinados deliberadamente, y docenas de artistas, cineastas y escritores están siendo exterminados.
El caso del cineasta Hamdan Ballal, codirector del documental ganador del Óscar No Other Land, golpeado por colonos y detenido por el ejército israelí, ilustra hasta dónde llega esta represión. La falta de apoyo de la Academia de Hollywood a Ballal desató una ola de indignación entre sus propios miembros. Hoy, muchos de ellos firman esta carta.
“El arte no puede ser neutral”
“¿Por qué este silencio?”, se preguntan.
“¿Por qué tanta gente que hace cine comprometido guarda ahora la compostura?”
“¿Por qué parece que el horror tiene barra libre si lo comete un Estado aliado?”
El manifiesto va más allá de Gaza. Señala el auge global de la extrema derecha, el fascismo, el colonialismo, el racismo, la islamofobia, el antisemitismo y los ataques contra los movimientos LGBTQIA+. Y denuncia que la batalla se libra también en el campo de la cultura: en los platós, en los libros, en las universidades.
Por eso lanzan un mensaje claro:
“No permitamos que nuestro arte sea cómplice de lo peor.”
“Rechacemos la propaganda que coloniza nuestra imaginación.”
“Nombramos la realidad. Alcémonos.”
El cine tiene una responsabilidad
“El cine debe reflejar nuestras sociedades. Debe transmitir sus mensajes. Y debe actuar antes de que sea demasiado tarde”, concluye el texto. No es una proclama simbólica. Es un grito colectivo desde la conciencia artística. Una declaración de guerra contra la indiferencia.
Por Fatma. Por Gaza. Por la humanidad.
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