Tras más de una década de lucha de movimientos sociales y ecologistas, Ecuador da una lección al mundo al decidir democráticamente mantener bajo tierra el petróleo del bloque 43, ubicado en el Yasuní, en el corazón de la Amazonía ecuatoriana y uno de los epicentros mundiales de biodiversidad, así como prohibir la actividad minera en el Chocó Andino. Se trata de un optimista precedente de cómo los pueblos tienen la capacidad de decidir sobre su futuro democratizando las decisiones sobre la actividad extractiva.
En medio de una avalancha de noticias alarmantes a nivel medioambiental, Ecuador ofrece una brizna de esperanza. Este pasado domingo 20 de agosto, aprovechando la coyuntura de las elecciones presidenciales y legislativas, los ecuatorianos debían responder a la siguiente pregunta en una consulta popular:
“¿Está usted de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente en el subsuelo?”
Además, los residentes en Quito debían decidir también si querían prohibir la minería en el Chocó Andino, una reserva de alta biodiversidad del país:
“¿Está usted de acuerdo con prohibir la explotación de minería metálica artesanal dentro del Área de Importancia Ecológica, Cultural y de Desarrollo Productivo Sostenible en la Mancomunidad del Chocó Andino?”
También se realizaron otras tres preguntas sobre la prohibición de la minería a pequeña, mediana y a gran escala en esa zona.
A falta de conocer los resultados finales, todo indica que Ecuador ha votado a favor de detener la explotación de petróleo y la minería, con un resultado que supone un gran éxito del colectivo ambientalista que impulsó esta consulta, Yasunidos, así como también para los movimientos indígenas. Con el 60% de votos escrutados el SÍ obtiene más del 59%, mientras que el NO se queda cerca del 41%.
“Estamos muy felices, es un hito en la historia del Ecuador, no esperamos, sino vamos luchando 10 años y ha sido casi imposible sacar esta consulta popular. Es una victoria no para Yasunidos, sino para el Ecuador” – Pedro Bermeo, activista impulsor de la campaña.
Ahora Ecuador deberá cerrar el yacimiento donde se produce el 11% de la producción nacional de crudo, unos 55.000 barriles de petróleo diarios. Según la Corte Constitucional que permitió el referendum, el Estado tiene un año de plazo para desmantelar las instalaciones. Sin embargo, según un ingeniero de yacimientos de Petroecuador, el proceso de cierre de todas las operaciones (perforación de pozos, extracción de crudo y tratamiento del petróleo) llevaría unos cinco o seis años.
Según el Gobierno, el fin de la extracción en el Bloque 43-ITT provocará una reducción de 1.200 millones de dólares al año en beneficios por la venta del crudo, así como un coste de 500 millones de dólares para desmantelar las instalaciones.
Según Yasunidos, el impacto económico será mucho menor debido a la baja rentabilidad en pocos años del crudo pesado como el de Yasuní. También abogan por compensar esos ingresos con un impuesto a la riqueza.
Estos son algunos de los argumentos ofrecidos durante la campaña por aquellos que lucharon en la campaña por el “Sí”, organizados en la plataforma Yasunidos:
· 50 años de explotación petrolera han dejado contaminación y falsas promesas de desarrollo, algo que no va a cambiar con ofertas de mejor tecnología.
· La explotación petrolera no ha sacado a Ecuador de la pobreza, sino que ha empobrecido más a las comunidades de la Amazonía.
· El Yasuní es uno de los lugares más biodiversos y hogar de los pueblos en aislamiento voluntario. Hay especies animales cuya población se ha reducido a la mitad, mientras que la supervivencia de los pueblos en aislamiento está en peligro.
· El dinero de la explotación petrolera no se está destinando a educación y salud, sino que se pierde en los escándalos de corrupción.
· En el bloque 43 se han registrado 22 derrames.
· Por cada gota de petróleo, se contaminan 25 litros de agua. En Ecuador, hay un derrame de petróleo pasando un día.
· En el bloque 43 hay contaminación del aire; las plataformas generan un ruido constante, similar al de los helicópteros. No hay senderos ecológicos, sino grandes caminos.
Fuentes:
https://www.naiz.eus/es/info/
Yasunidos1: Miembros del colectivo Yasunidos, en una manifestación el 18 de abril de 2023, en Quito. – Foto: @Yasunidos
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