En Barcelona se ha generado un alance general positivo de la seguridad este verano.
Este verano, pese a la desinformación ultraderechista se ha reducido un 12’20%, según ha informado el Ayuntamiento ha informado este miércoles, a partir de datos de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, respecto al mismo periodo de 2019, año previo a la pandemia, cuando se dispararon notablemente y cuando hubo récord de turismo.

En el desglose de estos datos se han producido un 22,4% menos de hurtos en la calle, al pasar de 23.932 a 18.567, y los robos con violencia e intimidación en el espacio público han bajado un 12,1%, de 2.223 a 1.953. Los robos con fuerza han disminuido un 20% en domicilios, un 42,9% en establecimientos comerciales y un 9,6% en el interior de vehículos, y solo las estafas han aumentado, un 32,3%, al pasar los casos denunciados de 2.989 a 3.957.
Las que se producen a través de internet continúan teniendo un peso relevante y mantienen los niveles ascendentes que se empezaron a dibujar durante la pandemia.
Los delitos sexuales, a diferencia de los que atentan contra el patrimonio, han crecido un 25,3% respecto al verano de 2019, pues aunque las agresiones han disminuido un 21,6%, de 60 a 47, los abusos se han incrementado un 63,5%, de 74 a 121. Las detenciones por este tipo de hechos delictivos han aumentado un 71,1%, al pasar de 45 a 77, mientras que el total de detenciones en verano ha sido de 4.088 -672 por requerimiento judicial-.
En su intervención al respecto Ada Colau ha atribuido la disminución de los delitos en general a que «se está trabajando más y mejor que nunca y se está haciendo un buen trabajo de prevención que empieza a dar resultados».
La alcaldesa ha mostrado, no obstante, su preocupación por el incremento de los abusos sexuales, aunque lo ha relacionado, en parte, con que «se habla más» del asunto y se denuncia más.
«Todas las grandes ciudades tenemos problemas de seguridad, pero Barcelona siempre ha sido capaz de hacerles frente», ha apuntado Colau, que, sin embargo, ha señalado que no quieren ser «autocomplacientes» y que «hay que seguir trabajando».
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