Marina Lobo criticó la aparición de Victoria Federica en redes tras la crisis de la Dana como un intento superficial y oportunista de limpiar la imagen de la monarquía, mientras el pueblo enfrenta las secuelas reales del desastre.
En «Hasta el coño de» (HECD), Marina Lobo se despachó a gusto con la intervención de Victoria Federica, o como ella misma se rebautiza en Instagram, «Vicky Fede». Según Marina, parece que la influencer monárquica decidió hacer un parón entre sus fotos de brunch y posados en yate para asomarse, cual heroína de palo, a la crisis de la Dana. Eso sí, justo a tiempo para dejarnos claro que el compromiso con el pueblo también puede ser cosa de filtros y stories.
Marina no se cortó en señalar la jugada: la sobrina del Rey, que lleva la política lo mismo que lleva la vida cotidiana de los mortales —poco o nada—, apareció en redes defendiendo a su familia con una solemnidad digna de cuento. “Claro, porque lo de remangarse no se estila cuando tienes la vida resuelta. Pero oye, el selfie con pose de ‘yo soy el pueblo’ no se lo quita nadie”, ironizó Marina mientras recordaba que hay gente en este país luchando de verdad contra las secuelas de la Dana, pero sin el glamour de palacio.
Para rematar, Marina dejó claro que ver a “Vicky Fede” vendiéndonos el cuento de la monarquía heroica es el colmo de la desconexión de una institución que, desde luego, poco tiene que ver con la realidad de quienes siguen bajo el barro. Al final, lo de Victoria Federica parece otro intento de lavado de cara de la monarquía: un acto de «oportunismo con corona» para darle un barniz popular a una institución que cada vez cuela menos.
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