La extrema derecha lleva una semana aterrorizando al Reino Unido con persecuciones y palizas a personas no blancas, ataques a mezquitas y todo tipo de actos violentos. Este miércoles amenazaron con atacar decenas de servicios de inmigración y asilo, pero en lugar de pogromos, lo que sucedió fue una explosión de solidaridad y respuesta de la ciudadanía al fascismo.
El miedo cambió de bando. En los puntos calientes donde la extrema derecha se había citado para hacer sus cosas nazis, lo que finalmente se encontró fue a miles de personas defendiendo a sus vecinos, formando grandes cadenas de escudos humanos para proteger a aquellas personas que los fascistas pretendían atacar por su color de piel.
En Liverpool, Bristol, Londres, Brighton, Sheffield… Decenas de miles de antirracistas por todo el país desafiaron a los llamamientos de los políticos y la policía para que no salieran a la calle, tomando el control del espacio público y recordándole a los fascistas que el Reino Unido no les pertenece.
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