La extrema derecha no pinta nada en las protestas y Javier Sánchez Serna se lo expone de manera clarísima y como a ellos más les duele, con la hemeroteca y los datos encima de la mesa. La actitud de la ultraderecha y la derecha más ultra hacia el sector agrícola se revela como una flagrante hipocresía, socavando su propia pretensión de ser los campeones de los agricultores.
Al votar en contra de medidas destinadas a proteger a los agricultores locales frente a los efectos devastadores de los tratados de libre comercio, y al rechazar legislaciones que buscan mitigar la explotación laboral y los daños ambientales, evidencian una desconexión total con los verdaderos intereses y necesidades del campo. Esta contradicción no solo expone una falta de compromiso real con el bienestar de los agricultores, sino que también manifiesta una peligrosa disposición a sacrificar la sustentabilidad y la ética en el altar de la competitividad empresarial desregulada.
Tal postura pone de manifiesto que su agenda política está más alineada con intereses económicos particulares que con el apoyo genuino al sector agrícola, desenmascarando un oportunismo político que no debe pasar desapercibido ni ser tolerado por aquellos cuyos medios de vida dependen de la tierra.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
El efecto Trump se hace notar: el peor trimestre en Wall Street desde Reagan
La economía estadounidense paga las consecuencias de los aranceles del nuevo mandato: el S&P 500 cae un 5% mientras el resto de bolsas suben más de un 6%
La homofobia en el fútbol sigue viva: la historia de Josh Cavallo lo demuestra
Salir del armario siendo futbolista profesional sigue siendo un acto de resistencia.
La cloaca digital de Desokupa: Rubén Sánchez (FACUA) demanda a Daniel Esteve por difamación
La extrema derecha en redes ya no difama impunemente: llegan las denuncias, las demandas… y el principio del fin.
Vídeo | DE RESIGNIFICAR NADA 🧼 PSOEizando, que es gerundio. Marina Lobo y Esther López Barceló
La “resignificación” del Valle de los Caídos que vende Moncloa es un eufemismo para disfrazar la continuidad del relato franquista.