La inflación y la pérdida de poder adquisitivo han conllevado dos huelgas generales en Grecia y Bélgica.
Este miércoles Grecia y Bélgica han paralizado debido a los paros convocados por los sindicatos, que exigen subidas salariales en relación con la inflación acuciante.
En el país heleno, en concreto la subida de dicha inflación ha alcanzado hasta el 9’8% este mismo mes de octubre. Por ello reclaman la bajada del IVA, que en el país tiene tipo general de un 24%.

Del mismo modo en Bélgica han secundado la huelga servicios esenciales como el transporte y los hospitales, provocando una paralización del país prácticamente absoluta.
Los sindicatos se han focalizado al bloqueo de grandes centros comerciales y supermercados, así como las zonas industriales, reproduciendo así a todo lo largo y ancho del país una huelga intersindical.
En el país flamenco también se han puesto sobre la mesa los salarios puesto que no se está permitiendo una manioabrilidad en cuanto a las negociaciones del convenio interprofesional.
Así pues, ambos países se han lanzado a las calles para exigir soluciones inmediatas por tal de que se permita a los ciudadanos mantener el poder adquisitivo, que en un general a nivel europeo nunca se ha recuperado después de la crisis de 2008.
Related posts
SÍGUENOS
La Tierra se encamina a perder 100.000 glaciares mientras continúa la inacción política
El calentamiento global no es una abstracción científica, es una cuenta atrás con nombres, fechas y consecuencias irreversibles
Trump demanda a la BBC, pero el periodismo se niega a ceder
El presidente de Estados Unidos vuelve a usar los tribunales como arma política contra un medio público que se niega a pedir permiso para contar los hechos.
Meloni y el camino del odio que gusta en la UE
Europa legitima la deportación como política y la ultraderecha italiana se frota las manos
Vídeo | La DANA que arrasó Valencia y la política que se escondió detrás de una mochila
Marina Lobo desmenuza el caos, las mentiras y la cadena de irresponsables
La mentira humanitaria: cómo Occidente troceó Sudán para después fingir sorpresa
Quinndy Akeju explica la historia que los titulares evitan
Seguir
Seguir
Seguir
Subscribe
Seguir