Sobre una pregunta sobre abolición, Ayuso fue capaz de mezclar en la respuesta trabajo, ETA y prostitución
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, es una liberal convencida, que defiende la libertad del individuo y una intervención mínima del estado en la vida social y económica hasta sus últimas consecuencias. Lo hace con la sanidad pública, a la que ha puesto una cruz; con la educación, ya que prima la concertada en su Gobierno; y en general, en todos y cada uno de los puntos de lo que puede denominarse la agenda social.
Y claro, con la prostitución acaba de toparse y ahí no solo le saltan las costuras de lo poco social que pueda tener, sino también las que marcan su línea empática como mujer. Ante la pregunta de una periodista a Ayuso sobre la propuesta de abolir la prostitución, que recientemente propugnaba Pedro Sánchez, ha desviado completamente la atención y no ha querido mojarse.
«Yo lo que veo es que como siempre, es la nada. Creo que además, el único discurso que mereció la pena porque era el que le ponía deberes al Partido Socialista de Felipe González y se parecía al de Pedro Sánchez como un huevo a una castaña», señaló.

Prostitución, ETA y trabajo
Mezclando churras con merinas, Ayuso relacionó prostitución con trabajo y ETA en la misma frase al afirmar que la reforma laboral «permitió la creación de 2 millones de puestos de trabajo y ahora los herederos de ETA Bildu quiere derogarla».
«Lo que llaman la ley mordaza es simplemente intentar acorralar al trabajo que realizan las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la propuesta de Esquerra para seguir acorralando al Rey de España son el resultado de esta de este Congreso», insistió.
Para concluir este despropósito, expresó que «lo que veo es que es el mismo camino de siempre, el del socialismo español, en concreto el del Presidente del Gobierno, que es destruir empleo, dividir a España y, por tanto, más socialismo». Una vergonzosa relación en un tema complicado y muy mal enfocado.
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