Juan Roig, dueño de Mercadona, se presenta como un paradigma de éxito empresarial. Sin embargo, hay una contradicción notable en el corazón de su imperio: mientras aboga por una mejora en los ingresos de agricultores y ganaderos, su propio modelo de negocio parece estar en el epicentro de las dificultades que enfrentan estos productores.
Roig, sin despeinarse, afirma que los agricultores y ganaderos merecen ganar más, un comentario que resuena con ironía, considerando cómo las prácticas comerciales de Mercadona han sido criticadas por ejercer una presión descendente sobre los precios que reciben estos productores. La estrategia de Mercadona, basada en una competencia feroz entre proveedores para reducir costos, ha generado un escenario donde los márgenes de beneficio se inclinan desproporcionadamente a favor del distribuidor, dejando al productor en una posición precaria.
¿Es suficiente contribuir al erario público y generar empleo, o deberían estas figuras de poder asumir un compromiso más profundo con la sostenibilidad y equidad en su cadena de valor? Nosotras lo tenemos claro, ¿y tú?
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
El mito de la incorruptibilidad: Feijóo y la memoria selectiva
Quien presume de pulcritud en la política española debería primero limpiar su propia casa. Y revisar su álbum de fotos.
El extraño mediador que ama las guerras
Trump juega a la paz mientras alimenta la maquinaria de muerte en Oriente Medio
Irán afirma que tiene “pruebas sólidas” del apoyo de Estados Unidos en la ofensiva israelí
Teherán acusa a EE.UU. de coautoría en la ofensiva israelí mientras las bombas arrasan su infraestructura civil y científica
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos