Desde las calles de Marrakech hasta la emblemática capital de Washington, desde Madrid a Vancouver, la solidaridad con Palestina ha resonado en todo el mundo, trascendiendo fronteras y uniendo a personas de diversas culturas y naciones en una causa común.
Las protestas han sido pacíficas pero poderosas, enviando un mensaje claro de que la lucha palestina resuena con fuerza. Las protestas, aunque dispersas geográficamente, están intrínsecamente conectadas por un hilo conductor de empatía y una firme convicción en la justicia.
La persistencia de estas manifestaciones es un testimonio de la resistencia y la esperanza que persiste en el corazón de la comunidad internacional, una señal de que la lucha por la defensa palestina continúa inspirando a personas de todos los horizontes a alzar la voz y a movilizarse por la tención de la agresión.
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