Después de dejar la política Albert Rivera no deja de sorprender por su emprendurismo, pero siempre fracasa o acaba enchufado.
Tras su paso por Ciudadanos y como apareció en el Boletín de la Comunidad de Madrid (BOCM), el Gobierno de Madrid, dirigido por Isabel Díaz Ayuso, nombraba al expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, vocal del patronato de la Fundación Universitaria Fray Francisco Jiménez de Cisneros, adscrita a la Universidad Complutense de Madrid.
«Fue una decisión de Eduardo Sicilia, el anterior consejero, y desconocemos sus motivaciones. La decisión ha sido refrendada ahora por el nuevo consejero Enrique Ossorio que ha aceptado el nombramiento», ha explicado una portavoz de la universidad. Tanto Ayuso como el entonces vicepresidente Ignacio Aguado dieron su aprobación a la operación.
El expresidente de Ciudadanos se unía así a otros miembros como vocal para formar parte del Patronato, ya que son “personas de significado relieve en el ámbito de la enseñanza universitaria y la investigación científica”, algo que ha justificado el gobierno regional.
También hizo sus pinitos en el mundo de la abogacía, pero… Acabó fuera de este cuando le exigieron más rendimiento.
Hace más de dos años Albert Rivera anunciaba que comenzaba a trabajar en el bufete de abogados Martínez – Echevarría junto a José Manuel Villegas.
Fuentes de Martínez-Echevarría señalaban que “su productividad estaba alcanzando niveles preocupantes, muy por debajo de cualquier estándar razonable», explicaban a El Confidencial.
En la multitudinaria rueda de prensa en la que anunció su fichaje —algo absolutamente inusual en el discreto mundo de los despachos de abogados—, el exdirigente de Ciudadanos afirmó que su objetivo al frente de la firma era «crecer, crecer y crecer».
«La cúpula gestora de Martínez-Echevarría era consciente, desde el primer momento, de los riesgos que asumía con la contratación de Rivera», matizaron desde El Confidencial.
«A nadie se le ocultaba que el potencial en forma de generación de negocio que aportaban sus contactos, su popularidad y su trayectoria, tenía como contrapartida la indomabilidad de una figura como la suya y la inevitable tentación de seguir participando (aunque fuera de forma indirecta) en la vida política», prosiguen.
«Una identificación ideológica a la que es alérgico el mundo de los negocios en general y mucho más todavía la abogacía de primer nivel. Por ello, son muchos los despachos de abogados que tienen como norma no escrita el no contratar a políticos (Garrigues o Uría, por ejemplo), y quienes sí lo hacen optan por que adopten un perfil muy bajo, centrándose en su cometido y esquivando cualquier controversia pública», concluyen.
Ahora Rivera y Villegas han anunciado este miércoles la puesta en marcha de la consultora ‘RV+’ centrada en labores de asesoraría para empresas, inversores y emprendedores.
La consultora ha explicado que ofrecerá a las empresas “servicios integrales”, entre los que ha citado “el fortalecimiento de sus relaciones institucionales, el apoyo en operaciones de inversión, fusión, adquisición o venta y el acompañamiento estratégico en la creación de oportunidades y soluciones en un marco global”.
“RV+ será un puente para las empresas en el ámbito internacional, especialmente entre Europa y Latinoamérica, aprovechando la amplia experiencia de los socios para conectar estrategias y desarrollar oportunidades de negocio”, ha señalado en un comunicado la firma que liderarán Rivera y Villegas junto a “un amplio equipo de colaboradores”.
Este ha causado mofas en redes sociales:
ÚLTIMAS ENTRADAS
El PSOE cierra filas: el 23-F sigue enterrado bajo el silencio oficial
La desclasificación de los documentos del golpe de Estado vuelve a ser frenada, dejando en evidencia las grietas de una democracia tutelada.
El cerco se estrecha:Francia y Países Bajos aplicarán órdenes de arresto del TPI contra Netanyahu
Más de 120 países limitan la movilidad del primer ministro israelí y su exministro de Defensa.
La Justicia desestima la querella contra Aemet y la CHJ mientras investiga cinco denuncias contra Mazón
Los hechos demuestran que el problema no radica en los pronósticos climáticos ni en la gestión hidráulica, sino en la falta de acción política ante una emergencia anunciada
Vídeo | Broncano lo ha vuelto a hacer
Ahora solo queda que Isabel Rodríguez escuche lo que dicta la Constitución.